Un vistazo a la próxima temporada de lluvias en México, siendo factor clave el fenómeno de La Niña
La sequía continúa avanzando en México, mientras la temporada de estiaje apenas comienza, teniéndose un panorama alentador en la próxima temporada de lluvias con la presencia de La Niña.
Los pronósticos a largo plazo siguen llamando la atención ante el rápido debilitamiento de El Niño, dando paso a la aparición y fortalecimiento de La Niña dentro de los próximos 3 meses, alterando la circulación atmosférica global y siendo de vital importancia en las aguas del Pacífico y Atlántico en verano
Temporada de lluvias: sistemas que la generan y efectos
Desde mayo, los vientos secos del oeste se van frenando sobre nuestro país, comenzando a establecerse los alisios con humedad tropical, especialmente desde la segunda quincena y más notable, a partir de junio.
Las perturbaciones de origen térmico en África emergen al Atlántico, conocidas como ondas tropicales que recorren la zona tropical hacia el Caribe y llegando a México y Centroamérica desde junio hasta octubre, en promedio, aunque pueden llegar antes o después de este periodo.
A partir de estas ondas, los ciclones tropicales pueden desarrollarse teniendo este mismo camino o hacia el norte, alejándose de nuestra región. Asimismo, el cinturón de bajas presiones que rodea al planeta en su zona ecuatorial, la Zona Intertropical de Convergencia (ITCZ), se acerca a México aportando más inestabilidad.
Eventualmente, una extensa circulación ciclónica conocida como Giro Centroamericano, alcanza partes de México. Por último, vaguadas térmicas y el mismo relieve son los factores propios de nuestro país y, todos los demás mencionados, nos favorecen los periodos de lluvias intensas con eventuales granizadas y viento.
Previsión del comportamiento de La Niña
Siguen coincidiendo todos los modelos en el rápido enfriamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial, dando paso al regreso de La Niña. Primero, a finales de marzo y especialmente de abril a mayo, la fase del ENSO sería neutral, cambiando de mayo a junio, es cuando La Niña podría hacer su aparición oficial.
En el transcurso del verano (junio-agosto) ya estaríamos bajo los efectos de La Niña, extendiéndose hacia el otoño cuando los sistemas meteorológicos favorezcan lluvias en varias entidades de nuestro país. Semana tras semana, La Niña se fortalecería con anomalía entre -1 a -2 °C a finales de año
De forma general, los veranos y otoños con la fase fría del ENSO ocasiona más lluvias en México debido a que la ITCZ se posiciona cerca o sobre México por varios periodos, la actividad ciclónica en el Atlántico es mayor, así como la incidencia de ondas tropical, los cuales pueden interactuar con los primeros frentes fríos.
Barrera de primavera
Como se ha comentado, nos encontramos en los meses en que los modelos meteorológicos y climáticos no simulan de forma correcta las condiciones atmosféricas a largo plazo, por lo que no hay una confianza completa del comportamiento.
En este momento, todos los modelos sustentan el regreso de La Niña, en mayor o menor intensidad. Sería algo verdaderamente extremo si finalmente no se desarrolla y más bien, se queda en fase nuestra o incluso El Niño; cualquiera que sea el escenario, se informará oportunamente.
Posibles escenarios bajo condiciones actuales
De forma general y teniendo en cuenta la incertidumbre por la Barrera de Primavera y el plazo que dista que puede hacer que cambie la situación, a continuación, se mencionará una previsión preliminar para la temporada de lluvias.
En mayo, estados del noreste y sureste podrían tener lluvias por arriba de lo normal resaltando Nuevo León, Chiapas, Campeche y Quintana Roo; los demás estados tendrían déficit. Para junio, disminuirían en el noreste, aumentando en el centro, sur y sureste con lo más relevante entre Morelos, Puebla, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Campeche.
En este mes resalta un gran déficit sobre el noroeste y occidente con la ausencia del inicio del monzón o su presencia poco activa. En julio podrían aumentar las precipitaciones en gran parte del país, excepto el noroeste entre Sonora, Sinaloa, Chihuahua y Durango. En contraste, gran cantidad de lluvia se daría desde Nayarit hacia Chiapas, zona central y sureste.
De agosto a septiembre, las lluvias podrían seguir siendo abundantes de Nayarit a Chiapas, sector central, oriente y sureste, comenzando a ser mayores en el noroeste con el monzón y el noreste con humedad del Golfo de México. En contraste, en septiembre podría bajar la lluvia en el noroeste y el Bajío.
En abril actualizaré este panorama...