Previsión de José Martín Cortés para la segunda quincena de mayo: ¡Primer ciclón de la temporada, lluvias y calor!
La temporada de lluvias y ciclones tropicales 2024 comienza este 15 de mayo, formándose el primer ciclón tropical al sur de México en el Pacífico, favoreciendo notable incremento de lluvias, aunque seguirá el calor.
La circulación atmosférica está comenzando a cambiar, siendo propicia para mayor humedad tropical con sistemas inestables que generen lluvias y tormentas en amplias zonas del territorio mexicano. El primer ciclón estaría formándose en próximos días, aunque el calor no dará total tregua.
Previsión semanal y comportamiento de los sistemas
El anticiclón seguirá siendo el protagonista en los próximos 15 días, pero dominando ahora sobre estados del norte, donde favorecerá un notable incremento de temperaturas. Con su circulación extendida hasta el centro del país, también aportará calor, pero con algunos cambios.
El movimiento del aire de este a oeste, aportará más humedad sobre la franja centro-sur y combinándose con temperaturas altas, el potencial de lluvias será mayor, situación que estará vigente para las 2 semanas de pronóstico.
Por otro lado, el ciclón tropical que es altamente posible al sur de las costas del Pacífico, aparecería cercano a la región del Golfo de Tehuantepec frente a Oaxaca, Chiapas y Guerrero. Las simulaciones indican que podría llevar el nombre de Aletta, teniendo un probable desplazamiento al oeste-noroeste.
En resumen, estados del norte y sureste podrían presentar ola de calor esta segunda quincena, mientras las lluvias aumentan en el centro, sur y a lo largo de la Sierra Madre Oriental, ayudando a refrescar por momentos el ambiente.
¿Dónde se presentaría la mayor cantidad de lluvias?
Los últimos sistemas frontales (estacionarios y fríos) estarían llegando al noreste del territorio mexicano, sin observarse que recorran otra región del territorio, favoreciendo precipitaciones moderadas a localmente severas, pero ayudando a humedecer por momentos y disminuir calor.
Sobre el centro, sur, oriente y sureste, la humedad tropical comenzaría a dominar, presentando lluvias casi todos los días del periodo en horas de la tarde-noche, pero siendo de forma dispersa. Apoyadas con vaguadas, calor y relieve, algunas tormentas pueden ser muy fuertes con granizo.
Sectores de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Estado de México, Ciudad de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Oaxaca y Chiapas podrían tener acumulados puntuales de 70-150 mm, incluso mayores en los estados del centro y sureste, mayores a 200 mm; no se descarta que las lluvias lleguen al occidente y Bajío.
Anomalías negativas en general
A pesar de las lluvias que se tienen pronosticadas en dichas regiones, el acumulado que se presente podría estar por debajo de lo normal, representando un déficit. Por supuesto, cualquier cantidad de lluvias es benéfica para los bosques y cuerpos de agua, pero no lo suficiente para mitigar la sequía.
Es hasta junio que las lluvias ya podrían ser mucho más abundantes, pero en el sureste y parte del oriente, sur y centro; en el resto del país, las que se presenten seguirían siendo menores y con un gran déficit, especialmente en el occidente.
Algunas notas y aclaraciones
La previsión de mayo resaltó el déficit de lluvias, a pesar de las tormentas que sí se presentaría y, como leyeron, siguen vigentes. Si bien, la sequía persistiría, por lo menos podría disminuir su avance e incluso frenarse; también estará en función del ciclón tropical, que podría aumentar las precipitaciones.
Los incendios forestales son significativos en la franja centro-sur, lamentablemente causados por la población en quemas que se salen de control o de forma intencional, situación que se agrava por la sequía y las lluvias escasas de las últimas semanas. Las condiciones meteorológicas son típicas de El Niño.
El escenario de la temporada de lluvias considerando la actualización del conjunto de modelos del NMME y C3S muestran el escenario muy similar que los demás con gran acumulado este verano, especialmente de julio a septiembre, así como una hiperactiva temporada de ciclones tropicales en el Atlántico.