Probables condiciones muy lluviosas en México

Se observa un escenario muy lluvioso con disminución térmica en diversas zonas del territorio mexicano durante los últimos días de mayo y el inicio de junio asociado a la interacción de sistemas meteorológicos.

Más lluvias para México
Interacción de sistemas podrían generar condiciones muy lluviosas (de riesgo) a finales de mayo y principios de junio.

Conforme ha transcurrido mayo, eventos extremos de lluvias con granizo, viento y hasta tornados se han generado en nuestro país y, hasta el momento, los modelos de pronóstico mantienen una tendencia de un aumento considerable de las precipitaciones principalmente en la mitad centro-sur influenciado por sistemas tanto tropicales como de latitudes medias que a continuación se describirán.

Inicialmente, la parte extratropical muestra el ingreso del frente frío número 64 sobre el norte y noreste del país provocará fuertes tormentas, algunas severas, con granizadas importantes, viento superior a 80 km/h, además de probables tornados principalmente entre el centro-norte de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y eventualmente Veracruz de lunes a miércoles, siendo probable que la inestabilidad (tormentas) alcancen el centro-oriente de México a mediados o finales de semana, todo esto influenciado por la fase neutra a negativa de la Oscilación Ártica y del Pacífico Este indicando un un empuje de masas polares, que para esta época del año influyen más en incrementar las lluvias, como se tiene previsto actualmente.

Mayo ha sido con eventos extremos en México, desde granizadas hasta tornados; en próximos días se espera un gran incremento de lluvias, que pueden generar efectos negativos en algunos estados, pero al mimso tiempo, ser benéfico para los bosques.

En cuestiones tropicales, las de mayor importancia para este escenario, se prevé la activación de una extensa zona de circulación ciclónica (en contra de las manecillas del reloj) sobre Centroamérica y el sureste del territorio mexicano. De esta región pueden desprenderse bajas presiones, lo cual tendería a desarrollar ciclones tropicales cuya probabilidad estaría latente sobre el Golfo de México, Caribe Occidental y Pacífico Este, todas en las inmediaciones de México. SI bien, hay sequía en nuestro país, el hecho de que se puedan dar precipitaciones importantes, representaría un riesgo para la población que viva en zonas inundables o cercano a ríos.

A esto se le conoce como Giro Centroamericano y podría tener relevancia después del 28 de mayo y al menos, durante la primera semana de junio, periodo en el que las lluvias estarían presentes sobre estados del sur, sureste, oriente y centro, sin descartar que lleguen al occidente. Las precipitaciones pueden ser torrenciales generando efectos negativos con un descenso en las temperaturas, que dependerá si algún ciclón se forma y logra llegar a nuestra nación, lo cual no sería extraño ya que prácticamente esos días estaríamos dentro de ambas temporadas de ciclones tropicales.

Fenómenos de La Niña y la Pandemia, ¿qué nos espera en la temporada de lluvias?

Esta temporada podríamos enfrentar un gran reto socio-meteorológico ante un panorama que sigue siendo con lluvias dentro a superiores de la climatología, es decir, más lluvioso entre junio y septiembre en la mayor parte del territorio incluyendo el Valle de México, excepto el noroeste y costas occidentales del Pacífico donde las lluvias podrían ser menores, aunque algún ciclón o el mismo monzón pueden generar en poco tiempo, lluvias localmente importantes.

De seguir el enfriamiento del mar superficial del Pacífico, indicando el desarrollo del fenómeno de La Niña, seguirá latente el incremento de dichas lluvias y una mayor actividad ciclónica en la cuenca del Atlántico, que pueden favorecer mayor riesgo para la población por inundaciones, crecida-desborde de ríos, marea de tormenta con deslizamientos, lo cual podría obligar a la gente a ser trasladada a refugios que como sabemos, se complicaría ante la Pandemia del Covid-19 que estamos viviendo. Por esto se invita a toda la población, principalmente la de los estados costeros que estén al pendiente de los pronósticos meteorológicos, identifiquen rutas de evacuación, atiendan indicaciones de las autoridades y por supuesto, cubrebocas y gel antibacterial, entre otros, todo con el fin de salvaguardar su integridad física y de la salud.