Persiste probabilidad de La Niña en próximos meses
En el último mes, pocos cambios se han presentado en las temperaturas superficiales del Pacífico ecuatorial, prevaleciendo condiciones neutras lo que impide tener un pronóstico de las condiciones atmosféricas a largo plazo. ¿Se desarrollará la Niña?
El Centro de Predicción Climática (CPC por sus siglas en inglés) informó el pasado jueves 12 de marzo que “El Niño – Oscilación del Sur” mantiene anomalías térmicas oscilando 0.0 a +1.1 °C, resultando en un promedio dentro de la fase neutra del ENSO. Por su parte, las condiciones oceánicas y atmosféricas son consistentes observándose dominancia del viento del oeste y convección suprimida en Indonesia. De acuerdo con detecciones satelitales, las aguas más frías se observan frente a Chile y al norte de Ecuador con anomalías de -1.0 a -0.5°C.
De acuerdo con modelos de predicción al largo plazo tanto dinámicos como estadísticos, condiciones neutrales continuarán durante la primavera y parte del verano con un 50-60% de probabilidad. Esta situación continuaría siendo desfavorable para establecer una tendencia de patrones atmosféricos a largo plazo, es decir, no se podría tener con certeza lo que ocurra entre abril y junio. De forma gradual, también los modelos muestran potencial para que la fase fría -La Niña- puede aparecer a finales del verano o durante el otoño que, en caso de hacerlo, podría resultar benéfico regulando las precipitaciones en varias zonas del territorio mexicano, incluso con lluvias por arriba de lo normal.
Ayer 19 de marzo inició la primavera astronómica en el hemisferio norte, meses en los que gran parte de México presenta ambiente muy caluroso y con condiciones secas, considerándose como la época más calurosa del año (excepto el noroeste y noreste que es entre julio y septiembre). En lo que llevamos de 2020, varias entidades del país muestran precipitaciones dentro o por arriba de lo normal como Baja California, Sonora, Chihuahua, Nayarit, Jalisco, Veracruz, Oaxaca y Chiapas, situación que ha ayudado en gran medida a reducir la extensión e intensidad de la sequía, gracias a las lluvias de invierno.
Naturalmente, los modelos muestran menor confiabilidad entre abril a mayo, lo que se conoce como “barrera de primavera” donde sus resultados pueden variar significativamente. Por lo anterior estaremos dándole seguimiento puntual al comportamiento del ENSO y sus posibles impactos sobre territorio mexicano, los cuales hasta ahora mantienen el desarrollo de La Niña.
Tendencia climática para la primavera
Las temperaturas se prevén dentro o por arriba de lo normal con anomalías de +0.5 a +2°C siendo los valores más altos sobre estados del oriente y sureste que pueden tener una situación más calurosa de lo normal. Sobre el norte y noroeste es probable que se mantenga un ambiente no tan caluroso, en su defecto, regulado por el paso de sistemas frontales y masas frías, mientras que en el altiplano se prevén condiciones normales a ligeramente más calurosas de lo normal.
Las precipitaciones podrían persistir escasas el resto de marzo, observándose una tendencia a incrementarse entre abril y mayo sobre gran parte del país, siendo probables valores de 25 a 75 mm por arriba de lo normal primordialmente en el noreste, centro, oriente y algunos sectores del occidente y península de Yucatán, mientras que el resto del país tendría condiciones normales (secas).
Recuerden que estamos en la temporada de tormentas y granizadas en regiones del centro-oriente mexicano, producto del calentamiento diurno y los efectos del relieve, por lo que, las precipitaciones que se presenten en próximas semanas no tienen relación con el calentamiento global o cambio climático, o que se haya adelantado la temporada de lluvias.