NOAA publica su perspectiva de la temporada de huracanes 2020
El primer ciclón de la temporada de huracanes 2020 fue la Tormenta Arthur y ocurrió a principios de mayo, antes de que se anunciará la perspectiva del pronostico oficial para la cuenca del Atlántico, que fue publicada hoy por la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera.
Se espera una temporada de huracanes 2020 en el Atlántico por encima de lo normal, según los pronosticadores del Centro de Predicción Climática (CPC, por sus siglas en inglés), perteneciente a la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera (NOAA). El pronóstico señala, una probabilidad del 60% con una temporada por encima de lo normal; una probabilidad del 30% para una temporada casi normal y solo una probabilidad del 10% por debajo de lo normal.
La temporada de ciclones tropicales para la cuenca del Atlántico inicia el 1 de junio y para el Pacífico dio comienzo el 15 de mayo, ambas concluyen hasta el 30 de noviembre. Para este 2020, la NOAA predice un rango probable de 13 a 19 tormentas con nombre (vientos de 63 km/h o más), de las cuales 6 a 10 podrían convertirse en huracanes (vientos de 119 km/h o más), incluidos 3 a 6 huracanes mayores (categoría 3, 4 o 5; con vientos de 178 km/h o más).
En promedio para este periodo de ciclones tropicales se prevén un total de 12 tormentas con nombre, de las cuales 6 se podrían convertir en huracanes de categoría I y II, y otras 3 más se desarrollarán como huracanes en la categoría III, IV, V o vientos superiores a 250 km/h. A través de sus redes sociales la NOAA dio a conocer su pronóstico por medio de un video y varias infografías.
Factores climáticos que contribuirán con la temporada de huracanes
La combinación de efectos climáticos está impulsando la gran probabilidad de actividad ciclónica superior a lo normal en el Atlántico durante este año 2020. Se espera que las condiciones de la Oscilación del Sur (ENSO) permanezcan neutrales o que se inclinen hacia La Niña, lo que significa que no habrá un presente de El Niño para suprimir la actividad de huracanes.
También las temperaturas de la superficie del mar más cálidas que el promedio en el Océano Atlántico Tropical y el Mar Caribe, junto con una cizalladura vertical del viento reducida, vientos alisios tropicales del Atlántico más débiles y una mayor influencias del Monzón de África occidental, contribuirán en la probabilidad para que la temporada de huracanes en el Atlántico se comporte por encima de lo normal.
Tecnología de punta en la predicción de ciclones tropicales
Pese a la deficiencia de datos meteorológicos obtenidos durante este Pandemia por Covid-19, los expertos en modelación numérica han sabido hacer los ajustes necesarios, como, la actualización del HWRF un sistema de modelación de investigación y pronóstico específico para huracanes y del HMON que permite la visualización de huracanes en un modelo no hidrostático acoplado al océano a escala múltiple, un nuevo sistema de pronóstico de huracanes que funciona de manera operativa.
Además, el sistema de HWRF incorporará nuevos datos de satélites y radares de la red de datos Doppler costeros de NOAA, para ayudar a producir mejores pronósticos de la trayectoria e intensidad de huracanes durante el período crítico de vigilancia y advertencia. También el modelo HMON se someterá a mejoras para incluir una resolución más alta, física mejorada y acoplamiento con modelos oceánicos.
Conforme comience esta temporada de huracanes, NOAA comenzará hacer uso de los datos de los satélites COSMIC-2 y alimentará los modelos climáticos para ayudar a rastrear la intensidad de los huracanes y aumentar la precisión del pronóstico. Estos satélites proporciona datos sobre la temperatura, presión y humedad del aire en las regiones tropicales de la Tierra, donde se forman los ciclones tropicales.
También, durante la temporada de huracanes de 2020, la NOAA en cooperación con la Fuerza Militar Armada de los Estado Unidos, desplegarán una flota de planeadores submarinos autónomos de huracanes para observar las condiciones en el Océano Atlántico Tropical y el Mar Caribe en áreas donde los huracanes han viajado e intensificado históricamente.