Fenómeno de La Niña ¿ocasionará más lluvias y ciclones tropicales en México? o ¿la sequía se agravará?
Es altamente probable que La Niña regrese este verano tras un breve, pero importante periodo de El Niño. Existen dudas sobre sus efectos, especialmente relacionados con las lluvias sobre México y aquí las aclararemos.
Los ciclos de la circulación atmosférica asociados al clima y estado del tiempo siguen presentes, haciéndonos sentir sus efectos en la variación de temperaturas y precipitación. En 2020 inició la fase fría del ENSO, La Niña, terminando a inicios de 2023 llegando un El Niño fuerte.
Ahora, desde este verano 2024 haría su reaparición La Niña, siendo probable por ahora se extienda hasta el próximo invierno con intensidad moderada a muy fuerte. ¿Qué condiciones o escenarios se registrarían en la República Mexicana?
Fases de “El Niño – Oscilación del Sur”, ENSO
Basándonos en las anomalías de temperaturas de la superficie del mar del Pacífico ecuatorial, se determinan 3 fases del ENSO. El más conocido es El Niño, cuando las anomalías son iguales o mayores a +0.5 °C entre las longitudes aproximadas de 170° a 120° W, mientras La Niña se da con anomalía igual o inferior a -0.5 °C.
Teniendo por lo menos 1 mes con dichas anomalías, se puede decir que el fenómeno se encuentra presente, y se necesitaría 3 meses seguidos para determinar su intensidad y efectos a nivel global.
En el caso en que la anomalía esté dentro de lo normal (-0.4 a 0.4 °C) se le llama fase Neutra y no se tiene un patrón atmosférico definido de sus efectos.
Estadísticamente, ¿qué condiciones meteorológicas favorecen?
Cada evento es único y, aunque se tiene un promedio del estado del tiempo que puede generarse en México bajo su presencia, existen variaciones en intensidad y/o distribución de los efectos.
Normalmente, El Niño en verano puede desarrollar una temporada de lluvias escasas que desarrollen o prolonguen sequía con más calor de lo normal (incluyendo la primavera), además de generar más ciclones en cantidad e intensidad en el Pacífico y menos en el Atlántico.
En invierno, los periodos de lluvias y frío pueden ser recurrentes con más frecuencia de frentes fríos y “Nortes”. Con La Niña, básicamente es lo contrario al presentarse verano más lluvioso y fresco, pero inviernos secos de temperaturas extremosas (de intenso calor a frío ártico extremo) cuando la sequía se puede agravar.
Ya se ha dado esta situación en el pasado
En el periodo 2007-2012 se presentó algo similar a lo que actualmente se está dando, cuando tuvimos Niña fuerte de 2007 a 2009, cambiando a un breve El Niño fuerte de 2009 a 2010, regresando una Niña fuerte de 2010 a 2012.
En este plazo tuvimos los efectos comunes de La Niña, El Niño y La Niña, respectivamente con frío ártico, lluvias extremas en invierno y verano y heladas severas, así como la peor sequía desde que se llevan registros en nuestro país.
Escenarios para este 2024
Primero, el resto de esta primavera y, probablemente el inicio del verano sigamos teniendo en general condiciones más secas y calurosas de lo normal debido al fenómeno de El Niño, aunque pronto finalizará. No obstante, en estos meses por periodos de podrían generar tormentas, granizadas, tornados y descensos de temperatura.
La Niña entonces, aparecería en verano, persistiendo y fortaleciéndose en otoño-invierno cuando la circulación atmosférica y sus condiciones estarían en constante cambio.
En verano, considerando los escenarios de más de 10 modelos, todos indican acumulado de lluvias superiores a lo normal en estados del noreste, occidente, centro, oriente y sureste, muy probablemente asociado a mayor cantidad de ondas y ciclones desde el Atlántico y cercanía de la Zona Intertropical de Convergencia.
Debido a las semanas se faltan para el verano, la resolución de los modelos no es suficiente como para poder asegurar qué estados se beneficiarían con esas lluvias. No obstante, desde Coahuila hacia Quintana Roo, el Altiplano central y estados del Pacífico es donde la cantidad de lluvias sería mayor.
¿Qué podría pasar con la sequía actual?
De persistir este escenario, la sequía se podría ver disminuida en gran medida, ayudando a bosques y cuerpos de agua. En contraste, el monzón al noroeste del país no se observa una relación directa con La Niña, es decir, el panorama es incierto, aunque los modelos actualmente están resolviendo un déficit de lluvia.
Hacia el invierno, son comunes condiciones secas en México (sin descartar algún periodo de lluvias), lo que en este momento y también con los escenarios de modelos a muy largo plazo, es que la sequía regrese y con intensidad. Sólo con el paso de las semanas, el panorama se irá aclarando.