¿Son los deslizamientos de tierra más peligrosos que los terremotos?

En el transcurso de un año, ocurren miles de terremotos y deslizamientos de tierra ocurren en todo el mundo. Ambos tienen el potencial de causar una destrucción masiva y un alto número de muertes, especialmente en regiones donde estos eventos son más frecuentes.

Para Nueva Zelanda, dada su ubicación, es un país muy conocido por sus peligros naturales. En esta nación insular son frecuentes los terremotos, volcanes, inundaciones, tsunamis, tormentas y deslizamientos. De esta lista, los movimientos sísmicos y erupciones volcánicas, son los que reciben más atención mediática debido a su magnitud.

En los últimos años se registraron grandes terremotos en varias regiones de Nueva Zelanda, tal es el caso de Kaikoura, Christchurch, además de una fuerte erupción volcánica en la isla de Whakaari, frente a la ciudad de Tauranga. Estos eventos recibieron mucha difusión por parte de medios de comunicación a nivel mundial, con ello, es claro que la mayoría de las veces no se presta la debida atención a los aludes.

Un estudio publicado por científicos neozelandeses de GNS Science en la revista Te Pū Ao, indica que en dicho país los deslizamientos de terreno son mucho más mortales que los terremotos. Estos científicos analizaron los eventos registrados en los últimos 160 años, y encontraron que, además de ser parte de los eventos más costosos desde el punto de vista económico, también son la causa de un mayor número de muertes.

Desde el año 1860, los movimientos de aludes y los deslizamientos han cobrado alrededor de 1800 vidas, muy por encima de las aproximadamente 500 víctimas relacionadas con los principales eventos sísmicos, analizando el mismo período de tiempo.

Deslizamiento de terreno, un peligro silencioso

Un factor que puede explicar la falta de atención medios que se dan a estos eventos, se relaciona con el contexto en el que ocurren. Generalmente, los aludes son provocados por terremotos o tormentas importantes. Por lo tanto, las pérdidas humanas y materiales se calculan de forma acumulativa.

En noviembre pasado, los días 9 y 10, una tormenta cerca de la ciudad de Napier registró altísimas precipitaciones, que provocaron importantes daños en la infraestructura. Sin embargo, las entidades oficiales lo catalogaron como “daño causado por las inundaciones”, cuando en realidad mucha de las infraestructura se vio afectada por aludes y derrumbes.

Este es uno de los muchos ejemplos que demuestran que los derrumbes representan un riesgo real para la población y para la infraestructura, riesgo que hay que estudiar y comprender.

Es fundamental sensibilizar a la población local ante un peligro que suele ser silencioso, que se produce, en gran parte, por la fuerza de la gravedad. Si, en la mayoría de los casos, los aludes están asociados a otros fenómenos previos, en ocasiones ocurren por sí solos, sin previo aviso, y pueden representar un peligro aún mayor.

Una de las formas de combatir este peligro es construir una base de datos de deslizamientos de tierra, que registre toda la información esencial sobre los lugares donde ocurrieron o pueden ocurrir estos eventos. Esta información es fundamental para las entidades responsables de la planificación urbana y la infraestructura.