Silencio sísmico durante la pandemia de COVID-19
Los resultados de un estudio internacional conformado por 66 instituciones de 27 países, incluido México, demostró que las medidas de confinamiento redujeron en 50% el 'ruido sísmico'. A continuación, te presentamos los resultados de esta Investigación.
Un estudio realizado en por un equipo internacional conformado por 27 países, mostró una reducción del 50% en la amplitud del ruido sísmico antropogénico debido a las medidas de distanciamiento social y confinamiento implementadas para contrarrestar la propagación de la pandemia de COVID-19.
En el participo la Universidad Autónoma de México (UNAM), los expertos señalan que esto permite aumentar la capacidad para detectar sismos y microsismos. Los resultados acaban de ser publicados en la revista Science en un artículo titulado "Global quieting of high-frequency seismic noise due to COVID-19 pandemic lockdown measures".
El estudio destacó la reducción excepcional del 50% en la amplitud del ruido sísmico en todo el mundo. Es esa serie de vibraciones generadas por la actividad humana, que ha disminuido debido al bloqueo parcial principalmente del transporte terrestre, aéreo y marítimo.
“Con las excepcionales condiciones presentes, la investigación en torno a la variación del ruido sísmico podría ser útil para analizar procesos sociales con un enfoque multidisciplinario”, afirmó Lucía Capra, directora de CGeo al grupo de noticias NTCD.
Un "bloqueo sísmico"
El "bloqueo sísmico", como resultado de las medidas de distanciamiento social, la reducción de las actividades económicas e industriales y la contracción de los movimientos, se registro la reducción más larga e importante en el ruido sísmico antropogénico rompiendo record historico.
Tenga cuidado porque hablamos de vibraciones causadas por el hombre, que son registradas por sismómetros y "perturban" la detección de terremotos naturales. Por otro lado, los terremotos naturales no han sufrido variaciones, porque son otras causas que los originan.
Las reducciones más fuertes en el ruido sísmico se encontraron en áreas urbanas, pero el estudio también mostró reducciones en sensores ubicados en pozos de cientos de metros de profundidad y en áreas particularmente remotas, como en África Sub-Sahariana.
La reducción del ruido sísmico permitió identificar terremotos ocultos.
La investigación publicada en Science también destacó cómo las señales de terremotos previamente "ocultos" en el ruido sísmico antropogénico se encontraron más claras durante UNA etapa larga de confinamiento.
“Con la creciente urbanización y el aumento de la población mundial, en el futuro más y más personas vivirán en áreas geológicamente en riesgo. Por lo tanto, para que los sismólogos 'escuchen' mejor a la Tierra, será cada vez más importante caracterizar el ruido antropogénico. La esperanza es, por lo tanto, que se realicen más investigaciones sobre el bloqueo sísmico con el objetivo de identificar señales producidas por terremotos y erupciones volcánicas previamente ocultas por el ruido", explica Flavio Cannavò, investigador de INGV y coautor del estudio.
Para aclarar un poco más qué es el ruido antropogénico, piense por ejemplo en las vibraciones registradas por los sismómetros ubicados en la ciudad a pocos kilómetros de los estadios de fútbol, durante los partidos, o las vibraciones producidas por el paso de trenes o camiones en viaductos y otra infraestructura. Todas las vibraciones detectadas por los dispositivos utilizados por los geólogos para detectar terremotos naturales.