Resequedad, enrojecimiento, descamaciones en piel a consecuencia del frío
Las bajas temperaturas provocan que los capilares de la piel se contraigan provocando una menor irrigación de la misma, por lo que la piel recibe menos oxígeno y nutrientes; además existe una menor humedad ambiental y las personas al tener frío disminuyen la ingesta de agua por lo que se presentan cuadros de deshidratación.
La temporada de frío terminará hasta marzo, por esta razón, los especialistas en la piel hacen recomendaciones ante la presentación de enfermedades respiratorias o que los padecimientos crónicos como asma se compliquen, pero también la piel se ve afectada con las bajas temperaturas.
Pero ¿por qué el frío provoca daños en la piel?
Como consecuencia del frío ambiental, los capilares de la piel se contraen provocando una menor irrigación de la misma, por lo que la piel recibe menos oxígeno y nutrientes; además de lo anterior existe una menor humedad ambiental y las personas al tener frío disminuyen la ingesta de agua por lo que se presentan cuadros de deshidratación.
Por esta razón, el frío provoca diferentes lesiones cutáneas, entre ellas se presentan las que consisten en placas de enrojecimiento o de color azul-violáceo y en casos intensos se pueden presentar ampollas y úlceras. Afectan principalmente los dedos de las manos y en algunos casos, los talones, la punta de la nariz o los pabellones de las orejas.
La baja temperatura también puede provocar en algunas personas congelación que afecta principalmente a los dedos de pies y manos, orejas, nariz y mejillas. Se presentan fases similares a las de una quemadura, comenzando con un enrojecimiento y posteriormente se pueden presentar vesículas y ampollas.
También puede aparecer el “Pie de trinchera”, descrito por primera vez en la Primera Guerra Mundial debido a que las tropas permanecieron durante mucho tiempo en las trincheras con agua en las botas, se presentó hinchazón por acumulación de líquido en el tejido e insuficiencia circulatoria que puede desencadenar gangrena.
Los adultos mayores y niños son los más afectados con estos problemas dermatológicos. El frío causa resequedad en la piel y ocasiona pequeñas lesiones superficiales que suelen ser dolorosas y molestas.
La alimentación e hidratación deficiente, el tabaquismo y practicar actividades al aire libre sin medidas de protección pueden desencadenar un problema en la piel, el especialista recomienda a la hora del baño usar un sustituto de jabón de baño, que las duchas sean más cortas, con agua tibia, que no sean muy calientes, sin tallar, no utilizar estropajo, ni cepillos.
Para evitar las lesiones en nuestra piel durante esta temporada es importante utilizar ropa caliente como guantes, bufanda, chamarras y gorro además de cremas hidratantes y humectantes, así como hidratarse de manera adecuada y consumir frutas de temporada ricas en vitamina C, como las guayabas, tejocotes, naranjas, mandarinas entre otros cítricos.