¿Qué hace que el ópalo sea una piedra preciosa única?
Geológicamente, el mineraloide de ópalo es una forma de sílice mineral amorfa hidratada muy peculiar. Es similar al cuarzo, pero tiene algo en su composición que los diferencia. ¿Qué es y qué hace que esta piedra preciosa sea única?
El ópalo es un “tectosilicato hidratado del grupo de las sílices, generalmente clasificado como mineraloide”, que es el “material geológico de interés que carece de una o más características de los minerales, en este caso: estructura cristalina”, según el Instituto de Geociências de la Universidade de São Paulo (IGc-USP).
La estructura del ópalo está formada por esferas de cristobalita o sílice amorfa, dispuestas regularmente, entre las que hay agua, aire o geles de sílice. Cuando las esferas tienen el mismo tamaño y diámetro similar a la longitud de onda de la radiación de luz visible, se produce la difracción de la luz y aparece el juego de colores del ópalo noble. Si las esferas varían de tamaño, no hay difracción y hay un ópalo común.
Su composición es similar a la del cuarzo, del cual se diferencia porque tiene moléculas de agua en su interior. Se puede clasificar en diferentes variedades según su color, desde blanco, incoloro, azul lechoso, gris, rojo, amarillo, verde, hasta marrón y negro. Sus diferentes colores surgen de diferentes tipos de impurezas.
Con frecuencia es posible observar los colores simultáneamente, gracias a la interferencia y difamación de la luz que pasa a través de aberturas dispuestas regularmente dentro de la microestructura del ópalo, lo que da lugar a un fenómeno conocido como juego de colores o difracción de Bragg.
Su brillo varía de vítreo a resinoso, tiene una dureza entre 5 y 6 en la escala de Mohs, una densidad entre 1.9 y 2.2 y la composición química es SiO2. nH2O. El ópalo puede llenar cavidades de rocas sedimentarias y eruptivas, donde se deposita a partir de aguas termales.
Algunas variedades de ópalo son apreciadas como piedras preciosas, como el ópalo lechoso y el ópalo de resina. El 98% de los ópalos preciosos se producen en Australia, con énfasis en la ciudad de Coober Pedy. Otro de los yacimientos de ópalo más grandes se encuentra en México.