¿Qué es una tromba o manga marina?
Las mangas marinas son bien conocidas en diferentes zonas de las costas mexicanas. La facilidad con la que generan intensos vientos y su difícil predicción las convierte en uno de los fenómenos meteorológicos singulares más impactantes. Aquí hablamos de este peculiar fenómeno y sus características.
Una manga marina es un potente torbellino de viento que se desarrolla sobre una gran superficie de agua, ya sea el mar o un lago. Generalmente, es el nombre que recibe un tornado que se se desplaza sobre el agua y, por tanto, comparten casi todas las características de sus homólogos terrestres, de hecho pueden adentrarse en tierra firme y transformarse en tornados o viceversa. Las trombas marinas constan generalmente de una nube embudo que se desprende de la base de un cumulonimbo y que alcanza la superficie del agua, donde los fuertes vientos la levantan y pulverizan formando una nube de gotas de agua que rota a gran velocidad.
Al igual que sucede en los tornados, la circulación de vientos de una manga marina responde a un equilibrio entre la fuerza centrífuga de su circulación y la baja presión de su interior que tiende a hacer caer el aire hacia el centro. A medida que el aire se aproxima al eje de giro del torbellino, va acelerando su velocidad por conservación del momento angular. Esto es fácilmente visible con el ejemplo de un patinador que gira sobre si mismo con los brazos extendidos, si los contrae rápidamente, estará trasladando parte de su masa a un punto más cercano al eje de rotación y su velocidad de giro se incrementará, dando vueltas mucho más rápidamente.
Las trombas marinas se clasifican en varios tipos al igual que los tornados, siendo habitual distinguirlas entre las no supercélulares y las supercelulares o mesociclónicas. El primer tipo es el más común y suele estar asociado a tormentas convencionales como sucede con los tornados no mesociclónicos (landspouts), sin embargo, existe una única diferencia importante con respecto a los tornados terrestres: la superficie del océano no tiene obstáculos y su temperatura superficial constante facilita convección y la estabilidad de la circulación de estos torbellinos.
Son, por tanto, relativamente más frecuentes que sus equivalentes en tierra, los tornados no mesociclónicos, sobre todo los ejemplares más débiles. Además pueden estar asociadas a nubes y corrientes convectivas pequeñas que difícilmente podrían generar un tornado en tierra, por lo que no es extraño ver mangas marinas descolgarse de nubes cúmulo de tamaño medio y generar vórtices pequeños, con vientos de poco más de 70 km/h. A menudo se llaman mangas marinas "no tornádicas" o "de buen tiempo" que se disipan rápidamente cuando interaccionan con tierra firme. No por ello deben subestimarse, puesto que los casos asociados a fuertes tormentas si pueden alcanzar velocidades mayores, de entre 180 y 250 km/h y causar graves daños si se adentran en tierra firme.
El segundo tipo, menos frecuente, es el de las trombas marinas supercelulares. Comparten todas las características de los tornados supercelulares y suponen una amenaza mucho mayor tanto para las embarcaciones como para la costa, si es que llegan a alcanzarla. Como la mayoría de tornados supercelulares, suelen tener una duración y tamaño relativamente mayor y la velocidad del viento puede ser muy superior a los 200 km/h en casos intensos.
Trombas marinas en México
Este fenómeno suele ser habitual en todas las zonas costeras mexicanas, tanto las ubicadas del lado occidental en el Pacífico como la del lado oriental en el Atlántico que considera el Golfo de México y el Caribe que rodea la Península de Yucatán. Generalmente, suelen producirse durante la estación cálida, teniendo dos períodos pico en junio y a partir de agosto hasta finales de septiembre. La temperatura elevada del mar, la aparición de los primeros sistemas frontales y la cercanía de ciclones tropicales, influyen tanto en la intensidad del viento como en el desarrollo de nubes tipo cúmulos congestus y cumulonimbus, condiciones que favorecen la aparición de vórtices.
Un caso particular reciente fue el acontecido el 2 de octubre del 2020 en costas de Cancún, Quintan Roo, una manga marina tocó tierra y la intensidad de sus vientos logró hacer volar sillas y camastros, lanzando los objetos directamente a las habitaciones del tercer y cuarto piso de un hotel, afortunadamente ninguna persona resultó lastimada.