La estación del polen: ¡más intensa y más temprana en el futuro!
Según un estudio reciente llevado acabo en Europa, el calentamiento global tiene un impacto en la temporada de polen, haciendo que esta pudiera comenzar antes y sobre todo durar más. Te contamos más en la siguiente noticia.
Unos días antes del comienzo de la primavera, la temporada de polen está abierta, la Red Nacional de Monitoreo de Polen (RNSA) de Francia, ha puesto en alerta roja a varios departamentos por altas concentraciones de polen de cupresáceas (ciprés, enebro, cedro, etc.), en todo el Mediterráneo.
Los pólenes de aliso también siguen presentes en todo el territorio, al igual que los pólenes de fresno, que continúan creciendo. Los primeros pólenes de abedul se esperan para el 20 de marzo en varias regiones. Los alérgicos ya deben prepararse para las próximas semanas más complicadas.
En un contexto de calentamiento global, esta temporada podría presentarse aún más intensa y antes en el año. La temporada de polen podría comenzar 40 días antes de lo normal, según explica un estudio reciente, publicado por la Revista Nature, que también informa que los síntomas que provocan afectan hasta al 30% de la población mundial, especialmente a los menores de 18 años.
“Se trata de un “problema de salud global, que se traduce en importantes pérdidas económicas por gastos médicos, ausencias laborales y escolares y muerte prematura”, explica también el estudio.
El aumento de las temperaturas y la contaminación involucrada
Así, las emisiones de polen están íntimamente ligadas a factores ambientales. En las últimas décadas, el aumento de las temperaturas ha llevado a "fechas de inicio más tempranas de la temporada de polen (3 a 22 días)", podemos leer. La dulzura se presenta con más regularidad al final del invierno acelerando el desarrollo de las plantas y también provoca la polinización más temprana de ciertas especies.
La contaminación también agrava el fenómeno: “El aumento de CO2 atmosférico puede aumentar la producción de polen, y duplicar la producción en conjunto con el clima aumenta las emisiones de fin de siglo hasta en un 200%”, se indica. Además, los contaminantes entran en efecto para adherirse al polen, debilitar la superficie de los granos y por lo tanto hacerlos más tóxicos.
La producción de los diferentes pólenes se superpondría
“En las últimas décadas se han observado temporadas de polen más largas e intensas, lo que debería contribuir a la exacerbación y empeoramiento de la rinitis alérgica al polen y el asma”, analizan los científicos.
Esta investigación analiza principalmente los diferentes tipos de pólenes de árboles y fuentes en los Estados Unidos, específicamente una variedad de fuentes vegetales, incluidos el roble, el cedro o la ambrosía. Aprendemos que, en un área como Michigan, son los abedules los que generalmente polinizan primero, luego el roble o el pino, seguidos por otras especies en el transcurso de unos meses.
Sin embargo, las diferentes variedades de polen de los árboles, que no se estaban desarrollando al mismo tiempo, eventualmente se superpondrán, lo que resultará en concentraciones generales más altas que amenazan la salud pública.
"Las temperaturas más cálidas también afectarán la fisiología de la vegetación, facilitando o limitando el crecimiento y afectando la biomasa de las plantas. Estos cambios tienen el potencial de aumentar o disminuir la producción anual total de polen".