Los "Litometeoros"
Los fenómenos meteorológicos pueden ser eléctricos, ópticos, acuosos o de partículas visibles, son pruebas evidentes del funcionamiento físico y natural de la atmósfera, si somos observadores podremos darnos cuenta de su presencia en nuestro entorno natural.
Los litometeoros son fenómenos meteorológicos formados por partículas sólidas y visibles que se encuentran suspendidas en la atmósfera, su formación es muy parecida a los hidrometeoros; el viento es un elemento natural que al interactuar con dichas partículas da origen a la presencia de litometeoros. Cuando son partículas muy pequeñas es más fácil que estas puedan ser arrastradas y levantadas del suelo, pero si son partículas mayores estas serán depositadas en la superficie terrestre.
Generalmente su aparición es de mayor recurrencia en regiones áridas y semiáridas, pero podemos verlos también en zonas donde el clima tiene un bajo contenido de humedad, como las urbes donde el concreto disminuye de manera significativa la humectación de su entorno.
Litometeoros más frecuentes
Bruma: conjuntos de partículas microscópicas de polvo en suspensión, flotan debido a fluctuaciones de viento, pueden tener intervalos de transparencia y verse como un ligero velo traslúcido o ser espesa como una densa niebla y permitir baja capacidad de visibilidad abarcando un rango de hasta 5 km. Este litometeoro puede llegar a afectar a las personas con problemas respiratorios dependiendo su frecuencia, densidad y duración.
Calima: es más frecuente cuando contamos con la influencia anticiclónica en los continentes, se forma como una especie de velo blanquecino y atenúa la visibilidad del entorno, puede ser azulada o amarillenta dependiendo la influencia de luz.
Humo: conocido comúnmente como "smog" se forma frecuentemente en las ciudades y metrópolis con actividad industrial y un índice alto de automóviles; una inversión de temperatura puede provocar que el smog permanezca depositado en baja alturas atmosféricas, su composición es generada por partículas provenientes de la quema de combustibles.
Tormentas de arena: se originan y son comunes en las regiones áridas y semiáridas, son causadas por fuertes gradientes de presión asociados a vórtices que incrementan la velocidad del viento en regiones de campo abierto, los fuertes vientos arrastran grandes cantidades de arena y polvo de los suelos transportándolos a miles de kilómetros de distancia. Las partículas de polvo, una vez liberadas de la superficie, se elevan a niveles más altos de la troposfera por mezcla turbulenta y corrientes convectivas.
La tolvaneras y torbellinos de polvo o arena: son difíciles de observar ya que se producen en planicies abiertas y desérticas, su forma es la de una columna giratoria y su altura puede variar; su formación es debida a la desigualdad de calentamiento de distintas zonas del terreno, se dan en días con un calentamiento excesivo del suelo, por lo que son típicas de los meses de verano. Una tolvanera es un fenómeno parecido a los tornados pero a menor escala; en algunas regiones de América latina les llaman remolinos o diablos de viento.