Febrero loco y marzo otro poco: la explicación meteorológica de este refrán
Gran parte del folclore en la meteorología ha quedado sellado en refranes basados en relaciones empíricas de variables como el viento o la nubosidad. Hoy te contaré la importancia de la observación en esta ciencia y el origen de los contrastes meteorológicos en los meses de febrero y marzo.
La meteorología como ciencia es relativamente joven, menos de 150 años. Tuvo un desarrollo vertiginoso a partir de la década de 1950, su despegue está asociado con el aumento de la capacidad de cómputo que permitió el procesamiento de muchísimos datos. Sin las actuales supercomputadoras sería imposible contar con pronósticos meteorológicos tan precisos.
Inicialmente la observación sistematizada fue clave para crear las bases de la meteorología científica, la mejor comprensión de los fenómenos meteorológicos y el pronóstico del tiempo. Actualmente existen redes amplias de observatorios meteorológicos que comparten información desde la escala local a la global, permitiendo conocer el estado de la atmósfera en momentos y lugares determinados.
Para dimensionar la relevancia de la observación en la meteorología les comparto un dato importante, el primer aviso de ciclón tropical del que se tenga registro se emitió en Cuba el 12 de septiembre de 1875, sin satélite, sin radar y sin una extensa red de observación global como existe en la actualidad. Este hito de enorme relevancia científica lo logró el Padre Venito Viñes, quien reconoció que las nubes cirrus son un indicador de tormenta.
Una herencia de los incipientes conocimientos meteorológicos son los proverbios o refranes. Gran parte del folclore meteorológico se basa en la relación entre el viento, las nubes y el estado de la atmósfera. Por tradición, marinos y agricultores siempre han tenido una elevada cultura meteorológica a partir de la observación.
Algo importante, muchas de estas reglas o refranes meteorológicos sólo tienen aplicación local, son válidos en la región donde se originaron. Los proverbios que asocian las condiciones meteorológicas de un día o mes en concreto con el tiempo de la estación siguiente tienen muy poca o ninguna base estadística, un ejemplo de ello son las muy mencionadas cabañuelas.
Febrero y marzo con importantes contrastes meteorológicos
En la última semana los contrastes han sido muy marcados en México. Una ciudad que ha sentido con gran intensidad estas condiciones cambiantes es Monterrey, inició la semana con más de 30 °C, el viernes la máxima fue de tan solo 14 °C y a partir del siguiente martes retornarán las temperaturas de más de 32 °C.
Estamos en la recta final del invierno en el hemisferio norte, el 1 de marzo dará inicio la primavera meteorológica. Lo que ha sucedido en el segundo mes del calendario va de la mano con el refrán “febrero loco y marzo otro poco", frase muy mencionada en los últimos días y que es un reflejo de los cambios meteorológicos que suceden en este bimestre.
¿Cuál es la explicación meteorológica del refrán “febrero loco y marzo otro poco"?
La respuesta a esta pregunta se resume en la batalla que está ocurriendo en la atmósfera entre el aire frío que aún puede dejarnos oleadas de bajas temperaturas y el aire cálido tropical que comienza a ganar terreno.
La corriente en chorro es el fenómeno meteorológico que actúa como árbitro en esta lucha, sobre todo cuando tiene ondulaciones muy pronunciadas en su recorrido permitiendo la entrada de aire frío o cálido en dependencia de la orientación de la cresta de la onda.