"El Niño" podría aparecer este próximo invierno
Después de los efectos que tuvimos en México el invierno pasado relacionado con el fenómeno de “La Niña”, este invierno podría presentarse su contra parte, “El Niño”, causando cambios en los patrones atmosféricos.
Año con año, la influencia de diversos sistemas, oscilaciones y/o fenómenos atmosféricos y oceánicos, tienen una gran influencia en le tiempo y clima de cada región del mundo. En México, el invierno pasado se presentó “La Niña” causando periodos muy fríos en México, aunque terminó considerándose de diciembre a febrero con temperaturas dentro a por arriba de lo normal, y precipitaciones escasas tal como se pronosticó.
Durante estos próximos meses podríamos tener su contraparte, “El Niño”, fenómeno que también alterará los patrones atmosféricos a nivel mundial y aunque está evolucionando lentamente, los pronósticos indican que se hará presente hacia este invierno.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) dio a conocer en su boletín de seguimiento del ENSO (El Niño-Oscilación del Sur), que mantiene “Vigilancia de El Niño” ya que existe alrededor del 60% de probabilidad de El Niño durante el otoño 2018 del hemisferio norte (septiembre -noviembre), aumentando al 70% durante el invierno 2018-19.
Para considerar oficial la presencia de “El Niño”, es necesario que se observe una anomalía positiva en la temperatura de la superficie del mar de 0.5 °C o más en un período de un mes en la región de El Niño-3.4 del Océano Pacífico ecuatorial (5oN-5oS, 120oW-170oW), y existe la probabilidad de que se alcance el umbral del Índice Oceánico de 3-meses de El Niño (ONI por sus siglas en inglés). Asimismo, se debe de observar una respuesta atmosférica sobre el océano Pacífico ecuatorial.
¿Qué es el fenómeno de “El Niño” / “La Niña”?
El Niño – Oscilación del Sur (ENOS), es un patrón oceánico-atmosférico natural y que se presenta en todo el Pacífico Ecuatorial. Se caracteriza por la variabilidad de la temperatura superficial del océano, la circulación de los vientos que sopla de este a oeste (vientos alisios), y la profundidad de la termoclina o capa donde el agua cambia de temperatura con la profundidad. Tiene una periodicidad irregular con ciclos cada 2 a 7 años presentando tres fases: El Niño, La Niña y Neutral reflejándose en cambios de los patrones de lluvia y temperatura.
En presencia de El Niño, los vientos del este (alisios) en el Pacífico se debilitan, el agua cálida del Pacífico oeste se recorre hacia el este a lo largo de la línea ecuatorial aumentando la temperatura superficial del mar lo suficiente para transportar calor hacia la atmósfera y generar nubes de convección profunda, moviendo las lluvias hacia el este generalmente durante el invierno. En presencia de La Niña, sucede lo contrario aumentando la fuerza de los vientos moviendo las precipitaciones hacia el oeste, sin embargo, los vientos alisios en el Atlántico se debilitan favoreciendo veranos lluviosos en México.
El nombre de "El Niño" se debe a la asociación de este fenómeno con la época del año y los efectos que causó. Los pescadores en la zona costera de Perú y Ecuador observaron que las aguas se tornaban más cálidas durante la navidad, justamente en los días del nacimiento de El Niño Jesús.
¿Qué efectos en las condiciones atmosféricas podrían presentarse en México?
Dependiendo de la época en que se desarrolle, su intensidad y el acoplamiento que se tenga con la atmósfera, los efectos de El Niño serán más o menos visibles. Si se desarrolla este invierno, recordando que aún está en vigilancia, tendríamos en México condiciones de precipitaciones por arriba de lo normal en gran parte del país, excepto en los estados del Sureste donde generalmente las lluvias se presentan por debajo de lo normal. Las temperaturas presentarían valores por debajo de la climatología, ocasionando días/periodos más fríos exceptuando ambas penínsulas.
En cuanto a los sistemas, favorece mayor incidencia de frentes fríos y tormentas invernales, aumentando en cantidad e intensidad las nevadas y eventos “Norte”. Justamente las nevadas pueden también ser más extensas, debido a la propagación de humedad desde el Pacífico hacia el territorio nacional. Este fenómeno se puede combinar con oscilaciones tales como la del Ártico y del Atlántico Norte, de las cuales se hablará posteriormente.