El carbono negro y el cambio climático en CDMX
Investigaciones han determinado que los contaminantes contribuyen y dan origen a efectos nocivos del cambio climático. En el caso de México, una investigación realizada por una científica de la UNAM, nos dice como el 'carbono negro’ favorece al calentamiento global.
La crisis ambiental tiene mucho que ver con varias de las actividades diarias de cada uno de nosotros, por ello es importante conocer cómo podemos mitigar la emisión de contaminantes. En países industrializados con ciudades con un alto número de pobladores, la contaminación generada, por supuesto, no favorece en nada al medio ambiente.
¿Que es el carbono negro? un contaminante altamente tóxico, que afecta la salud pública, la calidad del aire y contribuye nocivamente al calentamiento global. El humo negro que se observamos de la combustión a altas temperaturas de los combustibles fósiles y la biomasa, es el denominado 'carbono negro'.
Varios análisis de esta contaminante han demostrado como el carbono negro se ha ubicado como el segundo factor de impacto importante del cambio climático, después del dióxido de carbono (CO2). Sus principales fuentes incluyen principalmente vehículos diesel y quema de biomasa (natural y residual).
De acuerdo a una investigación del Centro de Ciencias de la Atmosfera (CCA) de la Universidad Autonoma de Mexico (UNAM), realizada por la maestra en ciencias químicas y doctora en ciencias de la tierra Xochitl Cruz Núñez , señala que, en la Ciudad de México la emisión de carbono negro es mecanismo disparador del calentamiento atmosférico localizado.
Investigación del carbono negro y su impacto en CDMX
La contribución de México en los acuerdos de París se fundamenta principalmente en la reducción de emisiones de carbono negro hasta un 51% en 2030 en comparación con las emisiones del año 2000. En esta investigacion se presento una estimación del forzamiento radiativo -el potencial de calentamiento o enfriamiento de la atmósfera- del carbono negro en el sur de la Ciudad de México.
En la metodología se utilizaron diversas herramientas como los programas OPAC (Optical Properties of Aerosols and Clouds) y SBDART (Santa Bárbara DISORT), así como mediciones y datos de satélite, entre otros.
Además se recolectaron datos de diversas fuentes como las mediciones terrestres de la Red Robótica de Aerosol (AERONET), las mediciones satelitales del Espectrorradiómetro de Imágenes de Resolución Moderada (MODIS), los datos de concentración de carbono negro de la Red Nacional de Carbono Negro, así como las mediciones meteorológicas y de calidad del aire de la Secretaría del Medio Ambiente y de la UNAM.
Resultados de la investigación
Los resultados muestran un forzamiento radiativo positivo (la Tierra recibe más energía de la luz solar que la que irradia al espacio, esta ganancia neta de energía causará calentamiento) promedio mensual en la parte superior de la atmósfera sobre parte de la CDMX, fue de +30.2 ± 6.2 W/m2.
Los meses noviembre, diciembre y enero, fueron los que presentaron los valores mayores de forzamiento radiativo (+34,9, +46,9, +34,0, respectivamente). Incluso, las estimaciones del calentamiento atmosférico también mostraron un valor medio anual de 0,85 ± 0,22 W/m2.
Además los valores de Ångström> 1 obtenidos, indican que, los aerosoles son de tipo urbano, y los valores bajos de albedo de dispersión muestran aerosoles urbanos-industriales.
Concluyendo, se descubrió la influencia clara de un forzamiento radiativo positivo, y con esto es posible estimar el potencial de calentamiento global del carbono negro en la CDMX que puede usarse para estimar de primera instancia las emisiones contaminantes que se deben mitigar.