Científicos estudian considerar la categoría 6 en huracanes
Investigadores de la Universidad Internacional de Florida, están tratando de simular las consecuencias de un huracán de categoría 6 para prepararse ante una eventualidad cada vez más probable.
El calentamiento de los océanos contribuye a que se produzcan huracanes más potentes, como la última temporada de huracanes marcada por fenómenos violentos y un año récord, el de 2020. Por séptimo año consecutivo, la temporada de huracanes que se inicia del 1 de junio al 30 de noviembre promete ser más intensa que la media.
Huracanes en un mundo más cálido
Estos últimos años han estado marcados por una intensificación muy rápida de los huracanes en contacto con las cálidas aguas que atraviesan. Una tendencia que no va a detenerse con el aumento constante del nivel global de temperaturas vinculado a las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades humanas.
De no poder revertir la tendencia, las ciudades costeras deben prepararse imperativamente para enfrentar nuevos daños. Este es el objetivo del experimento de la Universidad Internacional de Florida (FIU, por siglas en inglés), que pretenden simular los daños causados por el viento y la crecida de las aguas de un gran huracán, incluso más fuertes que los que ya ha experimentado Estados Unidos, para preparar mejor a las ciudades ante un posible desastre.
Vientos de 300 km/h en un hangar experimental
Para tratar de comprender los efectos de un huracán de categoría 6, los científicos imaginaron un escenario real de desastres en un hangar especialmente diseñado para el experimento: vientos de 300 km/h soplando sobre una casa, luego una ola de seis metros sumergiendo la estructura, derribando la casa de sus cimientos, arrastrada por el agua.
La Fundación Nacional de Ciencias asignó $12,8 millones a los científicos para construir este hangar de experimentos. Este debe estar diseñado para poder simular vientos de al menos 290 km/h y olas de varios metros.
Los resultados del experimento deberían permitir trabajar en materiales de construcción más resistentes para edificios y carreteras, y en una nueva disposición de la red eléctrica y de la red de distribución de agua. Hasta la fecha no se ha llevado a cabo ningún proyecto de este tipo.
Para llevar a cabo este proyecto, la FIU está formando un equipo de expertos en desastres ambientales, especialistas en modelos de pronóstico y meteorólogos.
La FIU ya ha creado un muro de viento ( WoW ), un simulador de huracanes en un hangar con 12 ventiladores gigantes capaces de producir vientos de hasta 252 km/h, equivalentes a un huracán de categoría 5. Enfrente, árboles y casas de madera para probar su resistencia al viento.
El nuevo hangar de experimentos debería subir el listón, pero dicho proyecto requerirá al menos cuatro años de trabajo y, por lo tanto, no estará listo antes de 2026.
Huracán mayor de categoría 6
Los huracanes de categoría 6 que ya son una realidad y que han ocurrido antes, dicen algunos científicos. La idea de prepararse para vientos superiores a 300 km/h puede parecer extrema, pero en realidad es bastante realista según la Universidad de Florida: en los últimos años, los huracanes Dorian (2019), Irma (2017) en el Atlántico y el supertifón Haiyan (2013) en el Pacífico generaron vientos superiores a 290 km/h.
Este tipo de ciclón ya es considerado por algunos científicos como un fenómeno de categoría 6 en la escala Saffir -Simpson, que tiene cinco categorías, aunque oficialmente no existe la categoría 6: la categoría 5 no tiene límite ya que designa fenómenos con vientos superiores a 251 km/h con olas superiores a 5,5 metros.
Pero, como apunta la FIU: "la escala de clasificación ya podría incluir una 6ª categoría”.