Cambio climático y su influencia en los huracanes
Investigaciones que consideran proyecciones a futuro basadas en la teoría y la alta resolución de los modelos dinámicos, indican que, consistentemente el calentamiento relacionado al efecto invernadero causará influencia en la tendencia de intensidad promedio global de los ciclones tropicales.
Algunas de las conclusiones de los recientes reportes del Panel Intergubernamental en Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), toman en consideración la influencia concreta que existe del cambio climático en fenómenos como son los ciclones que se forman en los distintos océanos alrededor del mundo.
Entre ellas se espera que el cambio climático afecte a los ciclones tropicales al aumentar las temperaturas de la superficie del mar, un factor clave que influye en la formación y el comportamiento de estos fenómenos. También se proyecta que los ciclones tropicales se volverán más intensos durante el siglo XXI, con velocidades de viento más altas y lluvias más intensas.
Relación del calentamiento global en la intensificación de huracanes
Cabe destacar, que aún cuando los especialistas no pueden hacer afirmaciones con un alto nivel de confianza sobre las tendencias a largo plazo en la frecuencia de todos los ciclones tropicales. Dicen que es probable, que el porcentaje de ciclones tropicales que alcanzan las categorías 3 a 5, haya aumentado durante las últimas cuatro décadas.
Los científicos confían en decir que habrá tormentas más frecuentes en las categorías de mayor intensidad de 4 y 5. Sabiendo esto surgen incógnitas como ¿Las regiones costeras pueden prepararse para tormentas tropicales más intensas, húmedas y ventosas en un mundo que se calienta?
Huracanes y Tormentas deterioran un mayor número de cosas
En 2020, hubo 30 tormentas con nombre, la mayor cantidad históricamente registrada y casi tres veces el número típico, alimentadas por superficies marinas más cálidas que de acuerdo con los científicos, fueron causadas en parte por el cambio climático.
Entonces, las costas de países como México, Estados Unidos y Canadá, Centroamérica y las Antillas ubicados en el Caribe, se han visto azotados de forma más categórica por temporadas de huracanes muy activas en las últimas temporadas, incluido el año pasado.
Mientras que en áreas como el Pacífico y Atlántico Norte, los ciclones están alcanzando su máxima intensidad moviéndose mucho más al norte, exponiendo potencialmente áreas que no tienen experiencia con ciclones tropicales. Parte del informe del IPCC, dice que esto se explica gracias a los cambios en la circulación atmosférica tropical a escala global.
Un ambiente caliente que contribuye en la intensificación de ciclones
Con temperaturas más cálidas en la superficie del mar, ha aumentado la frecuencia de tormentas que se intensifican rápidamente. Esta conclusión fue tomada de la investigación que examinó la actividad de ciclones tropicales a nivel mundial, citando la temporada de huracanes del Atlántico Norte de 2017, que incluyó tres huracanes importantes, Irma, Maria y Harvey, que atravesaron un período de rápida intensificación. “Este tipo de eventos estacionales se intensificarán” señalan los autores del IPCC.
El aire más cálido retiene más humedad y el cambio climático provocado por actividades humanas está haciendo que los ciclones tropicales sean más húmedos. Principalmente se espera que las tormentas con precipitaciones diarias extremas se intensifiquen en aproximadamente un 7% por cada grado Celsius de calentamiento global de la temperatura.
Con ello se concluye que las velocidades máximas del viento en los huracanes más intensos como los de categorías 4 y 5 aumentarán con el aumento del calentamiento global.
Los ciclones más lentos son más peligrosos
De acuerdo con otro punto importante del IPCC, la "velocidad de traslación" con la que los ciclones viajan a través del océano y luego sobre la tierra ha tenido una desaceleración en todas las áreas excepto en el norte del Océano Índico.
Entonces, cuando los ciclones de movimiento más lento tocan tierra, pueden dejar caer más lluvia, causar más daños por el viento y sostener una marejada ciclónica más expansiva al permanecer más tiempo.