¿Vamos a tener mejores predicciones meteorológicas?
Los pronósticos del estado el tiempo atmosférico siguen siendo un gran desafío para los meteorólogos, pero su grado de incertidumbre ha disminuido con el tiempo. ¿Qué podría pasar en un futuro próximo? ¡Descubre más aquí!
La capacidad de predecir el tiempo atmosférico, tanto a corto como a largo plazo, contribuye a la salvaguarda de vidas y bienes, a la toma de decisiones en las actividades socioeconómicas, en general a mejorar la calidad de vida de la humanidad.
Modelos de previsión meteorológica y previsión numérica
Predecir el clima es determinar los estados futuros de la atmósfera, a partir de un estado conocido en un momento dado que se basa en la observación meteorológica de la atmósfera tanto en la superficie como en la altitud. Los modelos de predicción numérica son una representación más o menos elaborada de la atmósfera real y los procesos que ocurren en ella.
La previsión meteorológica numérica utiliza el estado instantáneo de la atmósfera como datos de entrada para los modelos físico-matemáticos de la atmósfera, con el fin de pronosticar el estado del tiempo. Ejecutar estos modelos de forma rápida y práctica solo fue posible después de la llegada de las computadoras.
Estos modelos, que se ejecutan en ordenadores de gran capacidad de cálculo, elaboran pronósticos meteorológicos y han mejorado su rendimiento, en parte debido a los avances tecnológicos, teniendo en cuenta la evolución en los métodos de observación y cálculo.
Previsiones a mediano y largo plazo
Existen varias escalas de tiempo en el pronóstico del tiempo, desde la escala de muy corto plazo (pronóstico para las próximas horas), hasta la escala de largo plazo (pronóstico estacional). Las mayores incertidumbres en los pronósticos se producen en los pronósticos a mediano y largo plazo.
La comunidad científica ha desarrollado estudios en esta área y las conclusiones a las que se llega es que pronto será posible obtener una previsión más precisa, con hasta tres semanas de antelación en algunas partes del mundo, lo que sugiere mejoras en el pronóstico del tiempo de la escala de mediano plazo (pronóstico para las 15 días).
En los últimos años, la investigación ha demostrado que el avance de la tecnología podría hacer que los pronósticos meteorológicos sean más confiables 15 días antes de los 10 días actuales. Una investigación reciente publicada por Falko Judt, un científico estadounidense, ha concluido que existe una capacidad para mejorar pronósticos de los trópicos.
Falko Judt realizó una serie de simulaciones utilizando un modelo meteorológico global. Como se esperaba, la capacidad del modelo para hacer pronósticos meteorológicos precisos se disipó después de aproximadamente dos semanas para las regiones polares y de latitud media. Sin embargo, para los trópicos, el modelo casi no mostró disipación, incluso después de 20 días. Esto sugiere que los meteorólogos podrán predecir con mayor precisión el clima tropical con hasta tres semanas de anticipación.
En general, los fenómenos meteorológicos tropicales son menos variables de un día a otro. Por ejemplo, en latitudes medias, el clima cálido puede ocurrir en la víspera de una tormenta de nieve, mientras que en las regiones tropicales puede ocurrir un día con mucha lluvia y, dos semanas después, un período seco de 10 días, pero la variación de temperatura será solo unos grados. El pronóstico del tiempo es un desafío mayor en los trópicos, porque los modelos de pronóstico existentes no se adaptan bien a sus fenómenos meteorológicos más comunes.
Asimismo, en los trópicos hay menos datos de observación para alimentar los modelos. Los países de latitudes medias tienen cientos de estaciones meteorológicas, mientras que en los trópicos hay muchas menos estaciones, porque gran parte de ese territorio está cubierto por océanos. Además, muchos países tropicales carecen de la financiación necesaria para recopilar datos a través de estaciones, globos meteorológicos y aviones.
Los pronósticos meteorológicos más precisos hechos con anticipación prepararían mejor a las comunidades para su vida diaria, muchas de las cuales viven en la agricultura, y ayudarían a salvaguardar vidas y bienes en un clima tormentoso.