SpaceX y la EEI están revolucionando la salud humana en el espacio: ¡Datos increíbles y estudios pioneros!

Las misiones espaciales recientes están transformando nuestra comprensión de la salud humana en el espacio. Estudios pioneros están analizando cómo los vuelos espaciales afectan al cuerpo a nivel molecular y celular, recolectando y procesando muestras biológicas de astronautas.

Impresión artística de la misión Crew Dragon en órbita. Crédito: NASA

La misión SpaceX Inspiration4 ofreció una oportunidad única para estudiar cómo los vuelos espaciales afectan al cuerpo humano. Durante 289 días entre 2021 y 2022, se recolectaron muestras biológicas de los cuatro miembros de la tripulación antes, durante y después de su viaje espacial.

Estas muestras incluyeron sangre, saliva, orina, heces, hisopos corporales, y biopsias de piel, entre otras. La sangre se procesó para obtener diferentes componentes como suero, plasma y células específicas. En total, se enviaron 2911 muestras al laboratorio central en Weill Cornell Medicine para análisis y almacenamiento.

Este estudio establece un marco sólido para recolectar y preservar muestras humanas y ambientales de alta calidad, lo cual es crucial para la medicina aeroespacial. La iniciativa Space Omics and Medical Atlas (SOMA) utilizará estos datos para futuros experimentos y misiones espaciales tripuladas.

Estamos en un momento histórico para la exploración espacial humana, con más lanzamientos y personas en el espacio que nunca antes. Esto se debe a que el sector de los vuelos espaciales comerciales está viviendo un renacimiento, con muchas empresas colaborando y compitiendo para enviar astronautas al espacio.

Vuelos espaciales y humanos

Los recientes avances en la exploración espacial nos brindan una gran oportunidad para recolectar más datos biológicos y entender mejor cómo los vuelos espaciales afectan la salud humana. Esto es crucial, ya que aún no comprendemos completamente cómo el entorno espacial, con su microgravedad y radiación, impacta nuestro cuerpo.

Los vuelos espaciales pueden afectar la salud humana de varias maneras, como la pérdida de masa muscular y ósea, cambios en el sistema cardiovascular, problemas de visión, mareos, alteraciones en el equilibrio, problemas del sistema inmunológico y un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer.

Aún estamos comenzando a entender cómo el cuerpo responde a los vuelos espaciales a nivel molecular y celular. Estudios anteriores han identificado cambios en las moléculas del cuerpo durante los vuelos espaciales, como variaciones en ciertas proteínas y en la composición de la orina.

Además, investigaciones avanzadas han mapeado cambios en el ADN, la expresión de genes, las proteínas y el metabolismo de los astronautas.

Un estudio sin precedentes

En el estudio, se establecieron los procedimientos para recolectar y almacenar muestras biológicas en el proyecto Space Omics and Medical Atlas (SOMA). El objetivo principal fue la recolección de estas muestras durante los vuelos espaciales, para generar datos de alta calidad y permitir experimentos futuros con células congeladas y muestras almacenadas.

Se describieron los métodos de recolección de muestras para ser utilizados por diferentes equipos y misiones. Y se explica cómo se recolectaron y preservaron las muestras durante la misión Inspiration4, desde el momento de la recolección hasta su procesamiento en el laboratorio central en Weill Cornell Medicine (WCM).

Roadster Tesla en el espacio. Se espera que en el futuro próximo existan cada vez más misiones y humanos en el espacio. Crédito: SpaceX

Estos protocolos ayudan a crear conjuntos de datos más consistentes y sólidos, mejorando los hallazgos científicos sobre los vuelos espaciales. Con métricas sobre los resultados de la recolección de muestras, referencias a estudios anteriores y sugerencias para mejorar la recolección en futuras misiones.

En su primer uso, estas muestras se recolectaron de los astronautas de la misión Inspiration4 y ahora se están utilizando en otras misiones como Polaris Dawn y Axiom-2, lo que permitirá su uso continuo en futuras misiones espaciales.

La Estación Espacial Internacional: un caldo de cultivo

Aunque se han realizado muchos experimentos en la EEI, solo una pequeña parte se ha centrado en la investigación humana, y aún menos en estudios ómicos (que analizan genes, proteínas y otros componentes celulares).

Las superficies de la Estación Espacial Internacional (EEI) se han estudiado para entender cómo los microbios evolucionan y afectan la salud de la tripulación. Es crucial continuar y ampliar estos estudios a medida que se construyen y lanzan más naves y estaciones espaciales.

Cada vez existe más presencia humana en el espacio. Crédito: ISS

Comparar los datos de misiones anteriores con los de nuevas misiones es importante para superar las limitaciones de tamaño de muestra y resalta la necesidad de estandarizar los métodos entre misiones.

Además, es difícil reclutar grandes grupos de astronautas, ya que la ISS solo puede albergar hasta seis astronautas a la vez. Hasta ahora, sólo 647 personas han viajado al espacio desde que Yuri Gagarin lo hizo por primera vez en 1961.

Conclusiones

Los estudios espaciales han incluido programas como Vostok, Mercurio, Voskhod, Gemini, Apolo, Soyuz, las estaciones espaciales Salyut y MIR, el transbordador espacial, SkyLab, la estación espacial Tiangong y la EEI.

El Estudio Gemelo de la NASA fue el análisis más detallado de astronautas antes de la misión Inspiration4, pero solo involucró a un astronauta y un control en tierra. Esto ha limitado la capacidad de obtener conclusiones científicas sólidas.

Estandarizar la recolección de muestras biológicas en varias misiones ayudará a crear conjuntos de datos más grandes y permitirá obtener conclusiones más precisas.