Sorprendente descubrimiento de los expertos del MIT: las estrellas más antiguas del universo a nuestras puertas

Investigadores del MIT han descubierto tres de las estrellas más antiguas del universo en la Vía Láctea. Estas estrellas podrían ayudarnos a comprender mejor las primeras etapas de la formación de galaxias.

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Emocionante descubrimiento en las infinitas extensiones del espacio. Estas son las estrellas más antiguas de nuestro universo.

Un equipo de investigadores del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), entre ellos varios estudiantes universitarios, ha descubierto tres de las estrellas más antiguas del universo en la Vía Láctea. Estas estrellas, situadas en el halo de la Vía Láctea, tienen entre 12 y 13 mil millones de años, lo que las convierte en restos del período más temprano de formación de galaxias. Este descubrimiento fue publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

La búsqueda de estrellas antiguas

El descubrimiento de estas estrellas comenzó en un aula. En el otoño de 2022, la profesora Anna Frebel presentó un nuevo curso que enseñaba a los estudiantes a analizar estrellas antiguas.

Los estudiantes utilizaron datos que Frebel había recopilado a lo largo de los años para encontrar estrellas que se formaron después del Big Bang. Estas primeras estrellas estaban compuestas principalmente de hidrógeno y helio, con cantidades muy pequeñas de otros elementos químicos como estroncio y bario.


Los investigadores encontraron tres estrellas con cantidades particularmente bajas de estroncio y bario. Estas estrellas, observadas originalmente por el Telescopio de Magallanes entre 2013 y 2014, eran candidatas perfectas para el análisis de los estudiantes.

La baja abundancia química sugirió que estas estrellas se formaron poco después del Big Bang. Los investigadores llamaron a estas estrellas “SASS” (Small Accreted Stellar System stars) porque creen que cada una de estas estrellas originalmente pertenecía a una pequeña galaxia primitiva que luego fue absorbida por la Vía Láctea.

Estrellas antiguas en movimiento

Para investigar más a fondo los orígenes de las estrellas, el equipo analizó los patrones de movimiento de las estrellas. Estas estrellas se encuentran a unos 30,000 años luz de la Tierra y se mueven en una dirección diferente a la de la mayoría de las estrellas de la Vía Láctea.

Este fenómeno, conocido como “movimiento retrógrado”, sugiere que estas estrellas provinieron originalmente de galaxias enanas más pequeñas capturadas por la Vía Láctea. Este movimiento, así como la baja abundancia química, confirmó que estas estrellas son algunas de las más antiguas conocidas.

Importancia para la investigación

El descubrimiento de estas estrellas SASS es importante porque podría ayudarnos a aprender más sobre las galaxias más antiguas. Las galaxias enanas ultraligeras, que representan algunas de las primeras galaxias del universo, todavía están intactas hoy en día, pero están demasiado distantes y demasiado débiles para estudiarlas en detalle. Las estrellas SASS podrían servir como análogas más accesibles, permitiendo comprender mejor la evolución química de estas galaxias primitivas.

Ver en el futuro

El equipo planea buscar más estrellas SASS identificando estrellas con baja abundancia química y movimiento retrógrado. De los más de 400 mil millones de estrellas de la Vía Láctea, los investigadores esperan que este método desenterre un número significativo de las estrellas más antiguas del universo. Frebel planea ofrecer el curso nuevamente en otoño y está orgulloso de los resultados hasta ahora y de la colaboración con los estudiantes.

Conclusión

El descubrimiento de las estrellas SASS por parte del equipo del MIT ofrece una nueva forma de explorar la historia más antigua del universo. Estas estrellas, que son restos de pequeñas galaxias primitivas, ofrecen una visión única de la evolución química y la formación de las primeras galaxias. El trabajo de los investigadores podría conducir a nuevos descubrimientos innovadores en el futuro y ampliar significativamente nuestra comprensión del cosmos.