Sobrevive a encuentro cercano con el Sol la Sonda Solar Parker de la NASA
Navega la sonda entre una ráfaga de la corona solar y envía datos nunca antes vistos.
La sonda solar Parker de la NASA ha acumulado una impresionante lista de éxitos en sus primeros cinco años de operaciones: es la nave espacial más cercana al Sol, el objeto más rápido creado por la humanidad y la primera misión que alguna vez “tocó el Sol”.
Ahora, la misión tiene una rayita más que agregar en su lista, mientras la misión continua su viaje hacia el Sol: es la primera nave espacial en volar a través de una poderosa explosión solar.
Como se detalla en un nuevo estudio publicado el 5 de septiembre en The Astrophysical Journal, exactamente un año después de que ocurriera el evento, la sonda solar Parker pasó a través de una eyección de masa coronal (EMC).
Estas erupciones expulsan campos magnéticos y miles de millones de toneladas de plasma a velocidades entre 100 a 3,000 kilómetros por segundo. Cuando se dirigen hacia la Tierra, estas eyecciones pueden generar auroras y, si son lo suficientemente fuertes, devastar la electrónica de los satélites y las redes eléctricas en la Tierra.
El Prometeo contemporáneo
Navegando por el lado opuesto del Sol a 9.2 millones de kilómetros de la superficie solar (36,8 millones de kilómetros más cerca que Mercurio del Sol), la sonda solar Parker detectó por primera vez la EMC de forma remota antes de bordearla.
Posteriormente, entró en la estructura, cruzó la estela de su onda de choque y finalmente salió por el otro lado. En total, pasó casi dos días observando la EMC, brindando a los físicos una visión incomparable de estos eventos estelares y una oportunidad de estudiarlos en las primeras etapas de su evolución.
Dijo Nour Raouafi, científico del proyecto Parker Solar Probe en el Laboratorio de Física Aplicada (APL) Johns Hopkins en Laurel, Maryland, encargado de la construcción de la nave espacial.
La EMC del 5 de septiembre de 2022 fue extrema. Cuando Parker pasó detrás de la onda de choque, su conjunto de detectores de electrones, partículas alfa y protones del viento solar, registró partículas que se aceleraban hasta 1,350 kilómetros por segundo.
Si se hubiera dirigido hacia la Tierra, se sospecha que habría tenido una magnitud cercana a la del Evento Carrington, una tormenta solar de 1859 que se considera la más poderosa registrada en golpear la Tierra.
Parker y sus instrumentos
Los físicos han conjeturado que un evento de este tipo hoy, si se detecta demasiado tarde, podría desactivar los sistemas de comunicaciones y generar apagones en todo el mundo.
A pesar del poder de la erupción, Parker estuvo imperturbable. Su escudo térmico, radiadores y sistema de protección térmica aseguraron que las temperaturas de la sonda nunca cambiaran.
Su sistema de autonomía incluso activó planes de mitigación para que la programación funcionara sin interrupciones. De hecho, el único efecto que tuvo la EMC en la nave espacial fue un ligero torque, es decir, un pequeño giro que rápidamente corrigió.
Parte de los objetivos científicos fue que pasara a través de una EMC, por lo que se diseñó desde el principio con miras a sobrevivir y realizar la misión científica mientras estaba inmersa.
La física detrás de una EMC
Los físicos han estado interesados en descifrar las fuerzas que impulsan estas explosiones estelares y aceleran las partículas a velocidades tan increíbles. La única forma de hacerlo era volar a través de una hacia el Sol.
El equipo científico determinó la cronología de los eventos y la ubicación de Parker durante la EMC comparando las mediciones recopiladas dentro y fuera de ella, incluidas las imágenes tomadas por el Instrumento de Investigación Coronal y Heliosférica Sun Earth Connection (SECCHI) en la nave espacial STEREO de la NASA.
El equipo había determinado tres intervalos principales durante el evento. Dos secciones que habían visto antes, cuando llegaron a la Tierra:
- La onda de choque cerca del frente del evento seguida por el plasma, y
- Porción de plasma típicas del viento solar.
Pero la tercera sección (una región de partículas de baja densidad que se movían lentamente durante el evento) era nueva y extraña. Los modelos avanzados que incluyen más mediciones de la nave espacial probablemente ayudarán, pero pasar por otra EMC sería aún mejor.
Con el Sol cerca del pico de su ciclo de actividad, las EMC deberían ocurrir con más frecuencia. Con un poco de suerte, espera el equipo de la Parker Solar Probe, atravesará varias eyecciones a medida que se acerque más al Sol.