Reviven un gusano que estuvo congelado en el permafrost siberiano por más de 45 mil años
El hallazgo de una especie criopreservada por miles de años arroja luz sobre los mecanismos evolutivos y los enigmas de la supervivencia en condiciones extremas.
Investigadores del Instituto de Problemas Fisicoquímicos y Biológicos de la Ciencia del Suelo de Rusia encontraron dos gusanos congelados en una madriguera fosilizada, en el permafrost siberiano, a 40 metros de profundidad.
Cuando el equipo de investigación descongeló los gusanos en el laboratorio y realizó el análisis de datación por carbono, descubrió que los especímenes llevaban congelados más de 45 mil años.
Los nematodos (nombre científico de esta especie) se encontraban en un estado de “vida suspendida” llamado criptobiosis. Se trata de la capacidad que tienen algunos organismos de suspender su actividad vital y mantenerse entre la vida y la muerte durante largos períodos de tiempo.
El hallazgo es sorprendente porque jamás se había encontrado un organismo en criptobiosis por tantos miles de años. La datación por radiocarbono reveló que los gusanos permanecieron congelados desde finales del Pleistoceno, entre 45839 y 47769 años.
Además, luego de realizar el análisis filogenético del genoma de los ejemplares, los científicos descubrieron que pertenecen a una clase de nematodo nunca antes identificada. Lo llamaron 'Panagrolaimus kolymaensis, en referencia a la región del río Kolyma de la que es originario.
“No encontramos en la base de datos ninguna secuencia genética igual. Es una nueva especie. Es fascinante ver animales arrastrándose en un pedazo de hielo que ha estado congelado por 46 mil años”, dijo Philip Schiffer, parte del equipo de investigación.
Los hallazgos se hicieron de manera conjunta entre el Instituto de Problemas Fisicoquímicos y Biológicos de la Ciencia del Suelo de Rusia, el Instituto Max Planck de Biología Celular Molecular y Genética (MPI-CBG) de Dresde, el Centro de Biología de Sistemas de Dresde (CSBD) y el Instituto de Zoología de la Universidad de Colonia, en Alemania.
¿Vida eterna? El misterio de la criptobiosis
La posibilidad de evitar o retrasar la muerte llama la atención de la ciencia. En los últimos años los científicos han aplicado técnicas en laboratorio para lograr que ratones o tejidos humanos cultivados dejaran de envejecer y, en ocasiones, incluso mostraran signos de rejuvenecimiento.
Comprender los mecanismos de criopreservación natural de animales multicelulares y su adaptación a condiciones extremas podría tener implicancias en términos de conservación de especies en peligro de extinción.
En el caso de los Panagrolaimus kolymaensis, los científicos descubrieron que la deshidratación leve antes de la congelación mejoró su capacidad de entrar en la criptobiosis y permanecer a -80 °C durante miles de años.
Además observaron que, al igual que otros nematodos, estos organismos producen trehalosa, un tipo de azúcar, a un nivel bioquímico, cuando son sometidos a una deshidratación leve en el laboratorio. Creen que este tipo de azúcar juega un papel fundamental al proteger el ADN y las proteínas mientras se encuentran en su estado de reposo durante la criptobiosis.
“Nuestros hallazgos son esenciales para comprender los procesos evolutivos, porque los tiempos de generación pueden oscilar entre días y milenios y porque la supervivencia a largo plazo de los individuos de una especie puede dar lugar al resurgimiento de linajes que de otro modos se habrían extinguido”, dijo Schiffer.
Respecto de que los organismos descongelados puedan albergar patógenos peligrosos, Schiffer dijo: “Es algo que es posible. (...) Pero no diría que hay un peligro inminente de que estas formas traigan algunas bacterias que de repente comiencen a matar humanos”.
Según los investigadores, este descubrimiento podría ayudar a desarrollar medidas de protección más efectivas para garantizar la supervivencia de especies vulnerables frente a los desafíos ambientales que enfrenta la Tierra.