Reciente investigacion señala que Marte podría tener una terraformación inducida por humanos

La idea de terraformar Marte, haciendo que su atmósfera y entorno sean más parecidos a los de la Tierra para el asentamiento humano, se remonta a décadas atrás.

Marte Habitable
La idea de habitar Marte a menudo se considera parte de los planes a largo plazo para establecer una presencia humana en planeta.

Dados los numerosos planes para establecer puestos avanzados humanos en la Luna y luego usar esa infraestructura para enviar misiones a Marte, las oportunidades de terraformación pueden estar más cerca de lo que pensamos.

Desafortunadamente, cualquier plan para terraformar Marte sufre obstáculos no resueltos, entre los que se encuentran el costo, la distancia y la necesidad de tecnologías que actualmente no existen. Desencadenar un efecto invernadero y calentar la superficie de Marte requeriría cantidades masivas de gases de efecto invernadero, que serían muy difíciles y costosos de transportar.

Sin embargo, un equipo de ingenieros y geofísicos liderado por la Universidad de Chicago propuso un nuevo método para terraformar Marte con nanopartículas. Este método aprovecharía los recursos ya presentes en la superficie marciana y, según su estudio de viabilidad, sería suficiente para iniciar el proceso de terraformación.

El equipo esta dirigido por Samaneh Ansari, estudiante en el Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática (ECE), de la Universidad Northwestern en Chicago; Edwin Kite, profesor de Ciencias Geofísicas en la Universidad de Chicago; Ramsés Ramírez, profesor adjunto del Departamento de Física de la Universidad de Florida Central; Liam J. Steele, investigador en el Centro Europeo de Pronósticos Meteorológicos de Mediano Plazo (ECMWF), y Hooman Mohseni, profesor en la Universidad de Northwestern.

Se han considerado y descartado muchos métodos propuestos por ser “demasiado caros” o requerir una tecnología mucho más avanzada que la que tenemos hoy.

Proceso de terraformación de Marte

Según los especialistas se consideran 3 metodologías básicas que serian el inicio de una gran transformación en el ecosistema y cada una de ellas irían entrelazadas. Es decir, el progreso realizado en un área tendrá invariablemente un efecto positivo en otra.

Esos pasos son:

  1. Calentar el planeta
  2. Engrosar la atmósfera
  3. Derretir el hielo de agua

Al calentar el planeta, los casquetes polares y el permahielo se derretirían, liberando agua líquida a la superficie y en forma de vapor a la atmósfera. Las abundantes cantidades de hielo seco en ambos casquetes polares (especialmente en el hemisferio sur) también se liberarían, espesando la atmósfera y calentándola aún más.

En el pasado, las propuestas para terraformar Marte recomendaban que el primer paso se lograra desencadenando un efecto invernadero, en particular mediante la introducción de gases de efecto invernadero (GEI) adicionales. Algunos ejemplos incluyen dióxido de carbono, metano, amoníaco y clorofluorocarbonos adicionales, que tendrían que extraerse en Marte o importarse de la Tierra o de Venus, Titán y el Sistema Solar exterior.

Lamentablemente, estas opciones requerirían una flota de naves espaciales que hicieran viajes de ida y vuelta a Marte, Venus o el Sistema Solar exterior y/o operaciones mineras intensas en Marte.

Las propuestas innovadoras de la investigación terraformación

En cambio, la propuesta de Ansari y sus colegas implica el uso de partículas de polvo diseñadas a partir de minerales locales. Gracias a misiones como Curiosity y Perseverance, que han obtenido múltiples muestras de roca y suelo para su análisis, sabemos que los granos de polvo de Marte son ricos en hierro y aluminio.

Entonces al transformarse en nanobarras conductoras de unos 9 micrómetros de largo y disponerlas en diferentes configuraciones, estas partículas podrían liberarse a la atmósfera, donde absorberían y dispersarían la luz solar.

Para determinar en qué medida estas partículas afectarían a la atmósfera de Marte, el equipo realizó simulaciones utilizando el clúster de computación de alto rendimiento Quest de la Universidad Northwestern y el clúster de computación Midway 2 del Centro de Computación de Investigación (RCC), de la Universidad de Chicago.

Basándose en una vida útil de 10 años de las partículas, se simularon dos modelos climáticos en los que se lanzaban constantemente a la atmósfera 30 litros (7.9 galones) de nanopartículas por segundo. Sus resultados indican que este proceso calentaría Marte en más de 30 °C (86 °F), lo suficiente para provocar el derretimiento de los casquetes polares.

En las simulaciones, el equipo descubrió que su método es más de 5,000 veces más eficiente que las propuestas anteriores para provocar un efecto invernadero en Marte. Además, el aumento de la temperatura media haría que el entorno marciano fuera adecuado para la vida microbiana, lo que es vital para los planes de transformación ecológica de Marte.

A través de la introducción de bacterias fotosintéticas (como las cianobacterias), el dióxido de carbono atmosférico podría convertirse lentamente en gas oxígeno. Así es exactamente como el oxígeno se convirtió en parte integral de la atmósfera de la Tierra, hace 3,500 millones de años.

youtube video id=N0f-QkEVU7U

Se necesita investigación adicional

Antes de que un método de este tipo pueda probarse en el campo en Marte. Una de las preguntas más importantes es cómo las partículas se verán afectadas por los cambios atmosféricos en Marte. Actualmente, Marte experimenta la formación de nubes y precipitaciones en forma de hielo seco que se condensa en la atmósfera y vuelve a caer hacia la superficie como nieve de CO2.

Una vez que se derritan los casquetes polares, Marte podría experimentar más cobertura de nubes y precipitaciones que incluyan agua, que podría condensarse alrededor de las partículas, haciendo que caigan de nuevo a la superficie en forma de gotas de lluvia.

Este y otros mecanismos potenciales de retroalimentación climática podrían conducir a una infinidad de problemas. Pero uno de los mejores aspectos de este método propuesto es su reversibilidad. Basta con dejar de producir y liberar las partículas a la atmósfera y el efecto de calentamiento terminará con el tiempo.

Es más, el enfoque del estudio sólo se extiende al calentamiento de la atmósfera en la medida en que la vida microbiana pueda vivir allí y eventualmente se puedan plantar cultivos alimentarios. No obstante, este estudio ofrece a los entusiastas de la terraformación una opción viable y más asequible para poner en marcha todo el proceso de "reverdecimiento de Marte".