¿Qué es la helada agronómica o agrometeorológica?
Durante la temporada de invierno fenómenos como las heladas meteorológicas suelen ser más frecuentes, además de tener impacto en actividades como la agricultura y la ganadería, así mismo suelen afectar a sectores como el energético y de salud.
Existen diferentes tipos de heladas, cuando tenemos la aparición de una capa más o menos gruesa de escarcha en superficie esta es clasificada como helada blanca, suele ocurrir cuando un intenso enfriamiento nocturno produce condensación de vapor de agua y genera congelamiento en la superficie de las plantas.
Pero si ésta capa de escarcha es ausente se determina como helada negra, este segundo caso suele ser más dañino para la vegetación. Las plantas dañadas adquiere un color negro al día siguiente de producirse la helada. Por lo tanto, el vegetal o parte de este muere por el frío extremo.
El efecto de helada pueden tener tres orígenes principales: la llegada de una masa de aire muy frío denominado como helada de advección; la que parte del enfriamiento nocturno es nombrada como helada de radiación y la evaporación de la humedad del suelo en una masa de aire relativamente seca llamada helada de evaporación.
Heladas que influyen en la agricultura
La clasificación más usada en agrometeorología es la de heladas agronómicas o agrometeorológicas, estás son consideradas cuando se registran temperaturas mínimas cercanas o menores a 2°C a una altura promedio 1.5 metros, en la mayoría de los cultivos que son sensibles al frío, se consideran este rango, puesto que se ocasionan daños en la superficie del suelo.
Por otro lado, también existe la helada agronómica superficial que se registra a nivel de superficie del suelo, es decir, considerando los primeros 10 cm y puede registrarse aún cuando la superficie esté cubierta condición que habitualmente permite temperaturas superiores a cero grados partiendo de 1 a 2°C.
Condiciones favorables para la presencia de heladas agronómicas
Desde el tipo de suelo, la pendiente orográfica, hasta el contenido de humedad e intensidad de viento son algunos de los factores y parámetros necesarios para que ocurra una helada localizada.
El relieve o pendiente del terreno es muy importante. La helada será más intensa en el fondo de un valle debido a la acumulación de aire frío. Por ejemplo: en las partes más altas de las colinas, la temperatura puede ser de sólo 1ºC. A medida que se desciende, disminuye hasta -5ºC en el fondo del valle, donde se acumula el aire frío. El aire frío se desliza a lo largo de las pendientes y se acumula en los lugares más bajos.
La marcha diurna es otra de las condiciones que favorecen su aparición, principalmente en la noche la superficie del suelo se enfría primero, lo que a su vez hace disminuir la temperatura del aire en contacto con este. Por lo tanto, durante la noche la temperatura aumenta con la altura.
También cuando tenemos cielo despejado se favorece la caída de la temperatura ambiente; tenemos también la falta de viento, con esto hay mayor posibilidad de que se produzca una helada.