Misterios de la reforestación: por qué algunas especies no vuelven a la naturaleza
Los expertos advierten de las limitaciones de la reforestación en la recuperación total de la biodiversidad y subrayan la importancia de proteger los hábitats naturales y la complejidad de las interacciones ecológicas para restaurar los ecosistemas degradados.

La restauración ecológica ha demostrado ser una estrategia esencial para combatir los impactos de la crisis climática y la deforestación, pero, según los expertos, no es capaz de restaurar toda la biodiversidad de una zona degradada.
Los biólogos Jéssica Oliveira Araujo y José Marcelo Domingues Torezan, de la Universidad Estadual de Londrina (UEL), destacan que la simple reintroducción de especies de árboles nativos no siempre resulta en el retorno de toda la fauna y flora que existía antes de la degradación.
Un claro ejemplo de ello fue identificado en un estudio realizado en 2001, en el norte de Paraná (Brasil), donde se plantaron plántulas de 45 especies de árboles en un área originalmente cubierta por Mata Atlántica. Veintitrés años después, el sitio había recibido espontáneamente otras 35 especies, sin ninguna intervención humana. Sin embargo, las especies más raras o más específicas no regresaron.
Si una planta cumple todos los requisitos para establecerse y crecer, pero no aparece en el ecosistema que se está restaurando, puede considerarse parte de la “diversidad oscura”, o “materia oscura” de la biodiversidad.
Estas especies, que no se regeneran espontáneamente ni son manipuladas en el proceso de restauración, forman un grupo enigmático, cuya ausencia continúa desafiando a los científicos.
Los desafíos y límites de la restauración ecológica
La restauración ecológica es crucial, pero según Araujo y Torezan, enfrenta limitaciones.

A pesar de restablecer procesos ecológicos como la mejora del suelo y la creación de microclimas, aún existe una dificultad en recuperar todas las especies, especialmente aquellas que dependen de interacciones más complejas, como los dispersores de semillas o ciertas condiciones ambientales. "No basta con que la planta llegue al lugar, es necesario que pueda crecer y sobrevivir. Y eso no siempre ocurre", aseguran.
Para los biólogos, “no basta sólo restaurar áreas degradadas, es necesario pensar en la conectividad del paisaje en su conjunto, lo que facilita la dispersión y aumenta las posibilidades de recuperación de la biodiversidad”.
Aunque las técnicas de restauración activa, como la plantación de plántulas y semillas, ayudan a acelerar el proceso, no son suficientes para garantizar la recuperación completa de un ecosistema.
Proteger los hábitats naturales es clave
"La biodiversidad de áreas como la Mata Atlántica es enorme, e incluso los proyectos de reforestación más avanzados utilizan sólo una fracción de esta diversidad", comentan los autores. También advierten que el cambio climático y la pérdida de interacciones naturales entre especies podrían provocar que algunas especies permanezcan restringidas a fragmentos de su hábitat natural o incluso desaparezcan por completo.
Otro aspecto fundamental destacado por los científicos es que la restauración requiere una inversión continua en investigación e innovación. Mejorar la recolección y gestión de semillas y plántulas, además de la formación de profesionales especializados, son pasos necesarios para aumentar la eficiencia de los proyectos de reforestación. "Sin embargo, la diversidad de especies es tan grande que no toda la biodiversidad puede restaurarse con las técnicas actuales", concluyen los expertos.
La reflexión de esto es clara: aunque la restauración es vital, los autores refuerzan que la prioridad es proteger los remanentes de hábitats naturales y combatir la deforestación, ya que preservar siempre es más efectivo que restaurar. "La preservación debe considerarse la medida más urgente para garantizar la biodiversidad", concluyen.
Referencias de la noticia:
The Conversation. A “Matéria Escura” da biodiversidade: por que certas espécies vegetais não retornam ao ambiente mesmo após o reflorestamento. 2025