Los gusanos de Chernobyl son inmunes a la radiación, el increíble descubrimiento de un estudio científico
En Chernóbil, los gusanos nunca parecen haber sufrido ningún daño por la radiación. El descubrimiento, según los investigadores que realizaron el estudio, indica que algunos animales son particularmente resistentes y se adaptan fácilmente incluso a niveles elevados de radiactividad.
En Chernóbil, los gusanos nunca parecen haber sufrido ningún daño por la radiación. El descubrimiento, según los investigadores que realizaron el estudio, indica que algunos animales son particularmente resistentes y se adaptan fácilmente incluso a niveles elevados de radiactividad. Estudiándolos podríamos comprender más sobre los mecanismos de reparación del ADN y quizás por qué ciertas personas, si se exponen a factores de riesgo, contraen cáncer y otras no.
La zona de exclusión de Chernóbil es intransitable para los seres humanos a menos que reciban un permiso especial y dispongan del equipo de protección personal necesario. Los niveles de radiación tras el accidente nuclear de 1986 son incompatibles con la seguridad humana y seguirán siéndolo durante miles de años.
Los animales y las plantas, sin embargo, no lo saben, hasta el punto de que esa superficie de aproximadamente 2,600 kilómetros cuadrados se ha convertido en una especie de santuario.
Gusanos que viven en Chernobyl
Como ya se ha establecido, los ejemplares que viven en la zona de exclusión son diferentes desde el punto de vista genético en comparación con los individuos de la misma especie que se encuentran fuera.
Un grupo de investigadores estadounidenses, en colaboración con colegas ucranianos, tomó cientos de especímenes de nematodos de la especie Oschieus tipulae de diferentes lugares de la zona de exclusión, con diferentes niveles de radiactividad, para analizar su ADN y compararlo con el de especímenes extraídos lejos de la zona de exclusión.
Los nematodos son gusanos que viven en casi todas partes, incluso en el interior de otros animales, y se consideran un buen modelo para estudiar fenómenos como el desarrollo, los mecanismos de reparación del ADN o los efectos de la exposición a la radiación.
De hecho, estos gusanos tienen un ciclo de vida muy rápido lo que nos permite estudiar decenas de generaciones en un tiempo relativamente corto; además, son extremadamente resistentes, hasta el punto de que pueden congelarse y devolverse a la vida más adelante.
El estudio cientifico
Como se describe en el estudio publicado en la revista Pnas, los investigadores criaron alrededor de 300 gusanos de Chernobyl en el laboratorio y luego eligieron 15 de ellos para analizar el genoma y compararlos con otros cinco de diferentes partes del mundo (Filipinas, Alemania, Estados Unidos). Estados Unidos, Mauricio y Australia).
En otras palabras, los gusanos extraídos de los sitios donde la radiactividad era mayor no eran necesariamente los que tenían más mutaciones.
Los propios autores, sin embargo, admiten que no pueden rastrear el nivel real de exposición de los ejemplares recolectados. No es posible determinar cuánto tiempo permanecieron los animales capturados y sus antepasados en un determinado lugar de la zona de exclusión.