Los geckos poseen un superpoder de procesamiento auditivo

Los investigadores descubren la función de un órgano especializado en los geckos, encargado de captar vibraciones de baja frecuencia para el procesamiento auditivo.

gecko tokay
El gecko tokay podría utilizar su capacidad de procesar vibraciones de baja frecuencia para detectar el movimiento y cazar su alimento.


Científicos de la Universidad de Maryland en Estados Unidos descubrieron que el sáculo, un órgano especial en el sistema vestibular del oído interno del vibrante gecko tokay, se utiliza para percibir información auditiva. El hallazgo genera más preguntas e investigaciones sobre la naturaleza de la audición y el equilibrio humanos, el nivel de su interconexión y los trastornos relacionados.

Un órgano especial para la percepción auditiva

El sáculo comprende uno de los dos órganos otolíticos del sistema vestibular; un sistema sensorial presente en todos los vertebrados, aunque pueden diferir en estructura y función hasta cierto punto. Este sistema vestibular es responsable de mantener la posición del cuerpo y la cabeza de un organismo bajo fuerzas gravitacionales.

Se sabe que el sáculo, en particular, ayuda a un organismo a detectar movimientos verticales, como cuando alguien sube o baja en un ascensor. Las estructuras de cristales de carbonato de calcio (conocidas como otolitos) dentro del sáculo se asientan en una capa gelatinosa que contiene células ciliadas.

Si un geco mueve la cabeza, los otolitos se mueven y perturban las células pilosas. Cuando las células pilosas se doblan, esto desencadena una señal eléctrica que transmite información a regiones específicas del cerebro para informar al geco de su posición en su entorno.

Los investigadores descubrieron que el sáculo del geco tokay puede detectar vibraciones de baja frecuencia de alrededor de 50 y 200 Hz. Este rango de baja frecuencia es inferior a lo que se creía anteriormente que podían oír los gecos, lo que llevó a los investigadores a sugerir que el sáculo proporciona otra estructura complementaria para percibir información auditiva, algo que no se conocía hasta ahora.

Implicaciones de la investigación

Los investigadores coinciden en que sus hallazgos desafían los conceptos erróneos previos sobre la incapacidad de ciertos reptiles para oír y percibir el sonido (o su falta de instalaciones auditivas para procesarlo), mostrando en cambio que estas criaturas podrían estar aprovechando frecuencias vibratorias para procesar estímulos auditivos en su entorno.

Los mamíferos, como los humanos, también poseen un sáculo y esto lleva a los investigadores a contemplar si nuestra especie también percibe el sonido de la misma manera que lo hace el gecko tokay, o en algún grado.

La profesora de Biología de la UMD y coautora del estudio, Catherine Carr, dijo a Eurekalert: "Piensa en cuando estás en un concierto de rock en vivo. Es tan fuerte que puedes sentir toda tu cabeza y cuerpo vibrar en el campo sonoro. Puedes sentir la música, en lugar de solo oírla. Esa sensación sugiere que el sistema vestibular humano puede ser estimulado durante esos conciertos ruidosos, lo que significa que nuestro sentido del oído y el equilibrio también pueden estar estrechamente vinculados".

Los investigadores destacan que esta investigación abre nuevas vías, incluidas las posibles conexiones entre el equilibrio humano y los trastornos auditivos.

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Referencia de la noticia:

Han D and Carr CE. Auditory pathway for detection of vibration in the tokay gecko. Current Biology. (2024)