Los científicos alertan sobre la planaria, un depredador que amenaza el equilibrio de los ecosistemas marinos de Europa
Una especie exótica de gusano del Pacífico está conquistando las costas europeas y no se detiene ante nada, ni las ostras ni los mejillones. ¿Qué implica esto para sus habitantes?
Un invasor inesperado acecha en las tranquilas aguas de los puertos europeos: la planaria Postenterogonia orbicularis. Este gusano oscuro, originario del Pacífico, logró dar el salto a Europa a través del transporte marítimo global. Los primeros avistamientos fueron en los puertos de Avilés y Gijón, en el norte de España.
Pero el peligro real sólo se hace evidente cuando se mira más de cerca. La planaria es un depredador voraz y prefiere abalanzarse sobre los jugosos mejillones de nuestras acuiculturas. Las ostras, los mejillones y otros mariscos son presas bienvenidas para este gusano plano.
Un ladrón voraz causa miedo
La planaria puede parecer pequeña y discreta, pero su impacto es enorme. Ricardo López Alonso, investigador de la Universidad de Oviedo, da la voz de alarma: "Esta especie supone una grave amenaza para nuestros ecosistemas locales y para la industria acuícola. Los cultivos de mejillón, que las planarias literalmente comen secos, se ven especialmente afectados”.
Incluso en su tierra natal en el Pacífico, Postenterogonia orbicularis se considera una plaga que causa graves daños a las instalaciones acuícolas. Ahora que se ha asentado en aguas europeas, se avecinan pérdidas similares. Las consecuencias económicas podrían ser enormes, porque los mejillones y las ostras no sólo son platos destacados culinarios, sino también una industria importante.
Asturias en el foco de la ciencia
Los investigadores del norte de España han hecho un gran trabajo: durante el muestreo se encontraron un total de 73 ejemplares de planaria, la mayoría de ellos en el puerto de Avilés. Pero la cosa empeora: en una playa cercana, la Peña del Caballo, los científicos descubrieron una población reproductiva.
Esto significa que la planaria no sólo ha llegado sigilosamente, sino que también se ha convertido en nativa. Una vez establecida, es extremadamente difícil deshacerse de una especie invasora. Por ello, los científicos piden medidas urgentes para contener la propagación antes de que los daños se vuelvan incontrolables.
Por qué la planaria se siente tan cómoda
Pero ¿por qué especies tan exóticas se sienten tan cómodas en nuestras aguas? La respuesta está en los propios puertos. El transporte marítimo internacional no sólo transporta mercancías, sino también polizones como las planarias, a menudo escondidos en el agua de lastre o en los cascos de los barcos.
Además, muchos puertos están debilitados por la contaminación, un entorno ideal para invasores resilientes. Una vez que las condiciones resultan favorables, los nuevos residentes comienzan a dispersarse. A menudo son un desastre para la vida silvestre local porque no tienen enemigos naturales ni competencia que pueda mantenerlos bajo control.
Una carrera contra el tiempo
El descubrimiento de la planaria ha traído al lugar a científicos y autoridades. Expertos de diversas instituciones, desde la Universidad de Oviedo hasta los departamentos de pesca, están trabajando juntos para contener la amenaza. Pero el tiempo es esencial, porque cuanto más tiempo se propaga la planaria sin ser molestada, más difícil resulta controlarla.
¿Qué podemos hacer? La educación, las medidas preventivas y los controles estrictos en el transporte marítimo podrían ayudar a evitar escenarios similares en el futuro. Pero ya hay mucho en juego para los cultivos de mejillón en Asturias. Una cosa es segura: la voraz planaria no abandonará los mares de Europa en el corto plazo.