La obsidiana, el increíble oro negro de la prehistoria
La obsidiana es un vidrio volcánico formado en la fase final de una erupción y que puede tener diferentes tonalidades. No es un mineral, ya que su estructura no es cristalina. Aquí están los secretos de este vidrio volcánico, muy buscado en la prehistoria, especialmente en la cuenca mediterránea.
La increíble roca volcánica que vemos en el video a continuación se llama "obsidiana", y durante mucho tiempo ha sido un material muy buscado en la cuenca del Mar Mediterráneo. Es un vidrio volcánico que puede reducirse a fragmentos muy afilados, por lo que se buscaba para fabricar herramientas como cuchillos, lanzas y puntas de flecha. Otra cualidad es su color negro brillante, que lo convertía en un objeto estéticamente agradable para usar como adorno.
Desde un punto de vista geológico no puede clasificarse como mineral porque no tiene una estructura cristalina. En las estructuras cristalinas, los átomos están dispuestos de manera ordenada, mientras que en las estructuras de vidrio asumen una disposición desordenada. La obsidiana se forma después de una erupción volcánica, cuando los flujos de lava que son muy ricos en sílice se enfrían rápidamente, tan rápido que evitan que se formen cristales.
La obsidiana ha sido durante mucho tiempo un material muy buscado por los pueblos antiguos, que la extraían y comercializaban en el Mediterráneo. Los arqueólogos lo consideran uno de los principales indicadores de la arqueología prehistórica. Dada su importancia, podemos pensar en él como el "oro prehistórico".
Los sitios mineros más importantes del Mediterráneo central estaban ubicados en las islas italianas: Lipari y Pantelleria en Sicilia, Monte Arci en Cerdeña y la isla de Palmarola en el archipiélago de las Islas Pontinas en Lazio. Aquí hubo yacimientos de obsidiana que fueron intensamente explotados durante la prehistoria, desde el Neolítico hasta la Edad de los Metales.