La contaminación lumínica interviene en la migración de aves
Año con año incrementa el número de luces eléctricas en el mundo, con nuevos desarrollos urbanos y el incremento en la tasa poblacional se genera una demanda alta de uso de la luminosidad, este hecho está contaminando la atmósfera y repercute en la forma de vida de algunas especies animales.
Los niveles de contaminación lumínica especialmente la nocturna está aumentando de forma significativa en el sureste de los Estados Unidos, México y Centroamérica, regiones que miles de aves sobrevuelan para buscar zonas de reproducción y alimento.
Hallazgos basados en datos recopilados durante todo el año en las últimas dos décadas en el hemisferio occidental demuestran que el incremento de luminosidad disminuye el número de aves que migran durante diferente estaciones del año.
Esta tendencia es una preocupación real para las aves que vuelan durante la noche en la etapa de migración en la estación de primavera y otoño, incluso durante las temporadas no migratorias.
Los resultados del estudio realizado por el Laboratorio de Ornitología de Cornell y la Universidad Estatal de Colorado fueron publicados en la revista en Ecosphere.
El estudio
"El sureste de los Estados Unidos, México y especialmente América Central son importantes corredores de migración", dijo el investigador principal Frank La Sorte en el Laboratorio de Cornell.
"La evidencia de que las aves migratorias nocturnas se encuentran con niveles crecientes de contaminación lumínica dentro de estas regiones es preocupante. Las aves evitan en gran medida la luz durante la temporada de reproducción y no reproducción".
"Sin embargo, durante la migración, estas asociaciones se rompen a medida que las aves viajan a través de una amplia gama de hábitats, incluidas las áreas pobladas que contienen niveles más altos de contaminación lumínica", agregó La Sorte.
Luces que ponen en riesgo de extinción algunas aves
La luz atrae y desorienta a las aves durante la migración, lo que a menudo provoca lesiones e incluso en la mayoría de los casos la muerte después de colisiones con edificios y otras estructuras urbanas.
El estudio utilizó datos de eBird para generar estimaciones semanales de la abundancia relativa de las 42 especies de estudio. El programa eBird es utilizado en el laboratorio de Cornell y contempla información por parte de observadores de aves que son voluntarios y expertos, y sus observaciones provienen desde cualquier parte del mundo.
Parte de lo que hicieron los investigadores es que cruzaron las estimaciones de abundancia semanales con medidas satelitales de contaminación lumínica durante todo el año compiladas durante un período de 22 años.
Y descubrieron que las 42 especies de aves que estudiaron se encontraban en regiones con niveles crecientes de contaminación lumínica.
Los aumentos más fuertes ocurrieron durante la migración, especialmente para las aves que migran a través de Centroamérica. Los aumentos más débiles ocurrieron en las aves que pasaron la temporada de reproducción de verano en el noreste de los Estados Unidos.
Soluciones y alternativas
"Revertir las tendencias de contaminación lumínica en Centroamérica, especialmente durante la primavera y lanzar programas Lights Out durante los intensos períodos de migración podría salvar a una cantidad sustancial de aves migratorias", señaló el coautor del estudio, Kyle Horton, de la Universidad Estatal de Colorado.
"Revertir las tendencias de contaminación lumínica en el sureste de los Estados Unidos durante la temporada de reproducción de verano y en América Central durante la temporada de invierno sin reproducción generaría los mayores beneficios fuera de los períodos de migración", agregó.
La esperanza es que al determinar dónde y cuándo es probable que las aves se encuentren con la contaminación lumínica existente o en aumento, se generen esfuerzos más efectivos para reducir los riesgos y aumentar la supervivencia de las aves.