Hallazgo de una bacteria tan grande que se ve a simple vista
El descubrimiento de una bacteria que se ve a simple vista trastoca los conceptos aceptados por la ciencia biológica y permite ir un paso más allá en el conocimiento del mundo en el que vivimos. Este organismo fue encontrado en los manglares de la isla de Guadalupe, en la región del Mar Caribe.
Cuando pensamos en una bacteria, pensamos en un microorganismo tan pequeño que solo se puede observar mediante un microscopio. Esa es la percepción que tenemos de ellas desde 1676 cuando fueron descubiertas. Pero ahora el hallazgo de una nueva investigación no muestra como las bacterias ya no se reducen solo al mundo de lo microscópico.
Denominada como Thiomargarita magnifica, el descubrimiento de este organismo es muy relevante para el campo de la biología. De acuerdo a lo que detalla Science.org, un equipo de científicos de varios países ha descubierto una bacteria en un manglar de la isla francesa de Guadalupe, en la zona del Mar Caribe, esta puede llegar a medir hasta dos centímetros de longitud, equivale a un tamaño 5,000 veces mayor que el de otras bacterias.
Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista especializada bioRxiv y su descubrimiento es muy importante que hace tambalear teorías establecidas que la ciencia aceptaba como válidos hasta ahora. La biología ha dividido fundamentalmente a los seres vivos entre procariotas y eucariotas.
Los organismos procariotas son células simples, sin un núcleo bien definido y cuyo material genético se encuentra repartido por todo su interior. Por su parte, las células eucariotas son más complejas, tienen un núcleo en el que se guarda el ADN. En este grupo se encuentran las células que forman organismos complejos, como las plantas o los animales. Thiomargarita magnifica se encuentra en el medio de ambas definiciones.
Descubrimiento revolucionario
El trabajo de investigación se inició hace unos diez años cuando este organismo fue encontrado por primera vez por un biólogo de la Universidad de Antillas Francesas, Oliver Gros, que observó que en su interior tenía dos sacos envueltos por membranas. Uno de ellos contenía todo el ADN de la célula, lo que se asimila a las células eucariotas y que posee casi 12,000 genes. Por su parte, el otro saco estaba compuesto por agua y siendo el causante del tamaño de la bacteria.
Su forma es como un gran filamento y hasta ahora es el ejemplar más grande que se ha podido observar que alcanza los dos centímetros, pero los investigadores creen que es altamente posible que existan aún más grandes.
Claramente este descubrimiento podría borrar la barrera conceptual que separa a procariotas de las eucariotas, y los investigadores creen ha llegado el momento de redefinir estos conceptos. Sobre su tamaño, se cree que se ha logrado gracias a la disposición tan especial de su material genético.
Organismo único y sorprendente
Alguno de los datos comparativos permite establecer una importante diferencia con una bacteria común, que tiene 3,900 genes, contra 11,000 de esta nueva bacteria gigante. Este descubrimiento ha abierto el camino para comprender su historia evolutiva hasta llegar a lo que hoy conocemos. Su hábitat, los manglares, está habitado por arbustos tropicales que toleran el agua salada.
Aun cuando su tamaño hace pensar en un organismo multicelular, se está ante la presencia de un enorme organismo unicelular. Aparte de dar un vuelco a las ideas sobre el tamaño y la sofisticación de los microbios, esta bacteria "podría ser un eslabón perdido en la evolución de las células complejas", afirma a Science.org Kazuhiro Takemoto, biólogo informático del Instituto Tecnológico de Kyushu.
5 años después de haberla descubierto, el estudiante de posgrado, Jean-Marie Volland, aceptó el reto de analizarla para llegar a la conclusión de que era una bacteria. La necesidad de replantear la definición de procariotas y eucariotas, lleva a la idea de pensar que en definitiva que las dos ramas de la vida no son tan diferentes como se pensaba anteriormente.