Exoplanetas: un gran paso adelante en la búsqueda de vida
Los astrónomos han identificado una nueva clase de exoplaneta que es muy diferente a la nuestra, pero que podría albergar vida, lo que podría acelerar enormemente la búsqueda de vida fuera de nuestro Sistema Solar.
En astronomía, cualquier planeta que orbita alrededor de una estrella que no sea el Sol se llama exoplaneta ("exo" proviene del griego y significa "exterior"). Aunque la definición es simple, hay mucho que aprender sobre ellos, ya que cada uno tiene características muy peculiares y los astrónomos han encontrado más de 4.000 de ellos hasta el momento.
Sin embargo, al buscar vida en otros lugares, los astrónomos han buscado principalmente planetas de tamaño, masa, temperatura y composición atmosférica similares a la Tierra.
Los investigadores han identificado una nueva clase de planetas habitables, denominados planetas 'Hycean': planetas cubiertos de océanos con atmósferas ricas en hidrógeno que son más numerosos y observables que los planetas similares a la Tierra.
Los resultados, publicados en The Astrophysical Journal, podrían significar que encontrar biofirmas de vida fuera de nuestro Sistema Solar en los próximos años es una posibilidad real.
Vida microbiana
Muchos de los principales candidatos a Hycean identificados por los investigadores son más grandes y más cálidos que la Tierra, pero aún tienen las características para albergar grandes océanos que podrían sustentar una vida microbiana similar a la que se encuentra en algunos de los entornos acuáticos más extremos de la nuestro planeta.
Estos planetas también permiten una zona habitable mucho más amplia en comparación con los planetas similares a la Tierra. Esto significa que aún pueden albergar vida, a pesar de que están fuera del rango donde un planeta similar a la Tierra debería estar para ser habitable.
Se han descubierto miles de planetas fuera de nuestro Sistema Solar desde que se identificó el primer exoplaneta hace casi 30 años. La gran mayoría son planetas entre los tamaños de la Tierra y Neptuno, y a menudo se les conoce como 'super-Tierras' o 'mini-Neptunes': pueden ser predominantemente gigantes rocosos o de hielo con atmósferas ricas en hidrógeno.
Sin embargo, un estudio reciente del mini-Neptuno K2-18b encontró que, bajo ciertas condiciones, estos planetas podrían albergar vida. El resultado condujo a una investigación detallada sobre la gama completa de propiedades planetarias y estelares para las que son posibles estas condiciones, qué exoplanetas conocidos pueden satisfacer estas condiciones y si sus biofirmas pueden ser observables.
La investigación llevó a los científicos a identificar una nueva clase de planetas, los planetas Hycean, con enormes océanos repartidos por planetas bajo atmósferas ricas en hidrógeno. Estos planetas pueden ser hasta 2,6 veces más grandes que la Tierra y tener temperaturas atmosféricas de hasta casi 200°C, dependiendo de sus estrellas anfitrionas, pero sus condiciones oceánicas pueden ser similares a las que conducen a la vida microbiana en los océanos de la Tierra.
Los planetas de este tamaño dominan la población de exoplanetas conocida, aunque no se han estudiado con tanto detalle como las super-Tierras. Los mundos Hycean son probablemente bastante comunes, lo que significa que los lugares más prometedores para buscar vida en otras partes de la galaxia pueden estar ocultos a la vista.
Los investigadores encontraron que varios rastros de biomarcadores terrestres que se suponía que estaban presentes en las atmósferas de Hycean serían fácilmente detectables, con observaciones espectroscópicas en un futuro próximo. Los tamaños más grandes, las temperaturas más cálidas y las atmósferas ricas en hidrógeno de los planetas Hycean hacen que las firmas atmosféricas sean mucho más detectables que los planetas similares a la Tierra.