En el planeta Saturno llueven diamantes
En el planeta de los anillos, su atmósfera esconde un tesoro: las tormentas de Saturno provocan verdaderas lluvias de diamantes. ¿Qué tiene de especial este planeta para que lluevan piedras preciosas?
A veces, la realidad supera la ficción. El sexto planeta del Sistema Solar está compuesto por una inmensa masa gaseosa, y sus condiciones ambientales y composición química son tan diferentes a la del planeta Tierra que la lluvia no es de agua, sino de diamantes. Los científicos creen que en su atmósfera se producen unas 10 millones de toneladas de esas piedras cada año.
Este fenómeno ocurre gracias a la combinación del gas metano (CH4) con las tormentas. Los rayos de Saturno tienen temperaturas muy elevadas, son 10.000 veces más potentes que los de nuestro planeta. Cuando se producen rompen los enlaces de las moléculas, separando a los hidrógenos por un lado y a los carbonos por el otro.
Los átomos de carbono se unen entre ellos, creando moléculas más grandes que forman un compuesto parecido al hollín. Sí, como esa nube negra que sale del escape del auto y que, como se habrán dado cuenta, está muy lejos de parecerse a un diamante. Pero paciencia, que esto es solamente el comienzo.
Las moléculas que son relativamente pesadas y atraídas por la gravedad del planeta comienzan a descender hacia el interior. Cuanto más cae mayor es la temperatura y la presión a las que están sometidas. la temperatura es mayor porque se acerca al centro del planeta y en cuanto a la presión es porque tiene más peso de la atmósfera.
Te decimos cuales son las condiciones que generan la transformación del carbono en una piedra preciosa: primero se convierte en grafito - el mismo material de la mina de tu lápiz- y luego en diamantes de 1 cm de diámetro que continúan cayendo hacia el interior del sexto planeta del sistema solar.
¿Qué ocurre en las profundidades de Saturno?
Hay más dudas que certezas. ¿Podría haber un diamante gigante? Todavía no se sabe, pero los expertos creen que, en lugar de grandes trozos de la piedra preciosa, es más probable encontrar grandes nubes de diamante condensado. Además, si hubiera diamantes, estarían en las profundidades de estos planetas, donde las temperaturas superan los 3000°C y la presión atmosférica que es de hasta un millón de veces mayor que la de la superficie terrestre.
Esto genera un interrogante fundamental para la posible minería espacial de diamantes. ¿De qué estaría hecho el robot minero para soportar esas temperaturas y presiones? Paradójicamente solo un robot de diamante podría soportarlo. Resulta fascinante pensar que se producen estos fenómenos meteorológicos diariamente en nuestro sistema solar.