Entender el aerosol atmosférico, las nubes y su impacto en la temperatura del planeta
El consenso científico es claro, el cambio climático actual es real y es causado por el hombre. La lucha contra esta crisis se hace desde varios frentes, uno de ellos es la investigación.
Como cada año el 23 de marzo se celebra el "Día Meteorológico Mundial", fecha que conmemora la entrada en vigor del Convenio por el que se creó la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en 1950.
La fecha se celebra alrededor del mundo destacando la contribución a la sociedad de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales. El tema de cada celebración está vinculado con el tiempo, el clima o el agua, el de 2024 fue “A la vanguardia de la acción climática”.
El tema de este año es un recordatorio de la necesidad de actuar de manera inmediata ante la crisis climática. El 2023 reforzó las evidencias sobre el cambio, fue el año más cálido desde que tenemos registros y por primera vez se sobrepasó la temperatura diaria de 2 °C.
El cambio climático se combate desde muchos puntos, uno clave es la investigación. Hoy conversamos con el Dr. en C. Luis A. Ladino Moreno, investigador titular del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Considero que desde el punto de vista científico se dan los pasos correctos para poder entender la crisis climática, para poder entender qué es lo que está pasando y qué es lo que lo está causando, e inclusive qué estrategias podemos usar para mitigar.
Sin embargo hay una ruptura entre la ciencia y la política, yo creo que el problema viene de ahí. La ciencia va a la vanguardia, está dando los pasos necesarios, pero desafortunadamente falta un interés político por adoptar las acciones que exige la sociedad.
A nuestro gobernantes parece que no le interesa o tiene otros intereses que se alejan de lo que la comunidad científica les está aportando. Las evidencias son tangibles, son robustas a pesar de la incertidumbre asociada a los escenarios climáticos.
Es difícil saberlo, pero parece que cada vez nos acercamos más a este punto crítico. Con estas evidencias de 2023 pareciera que nos estamos acercando más rápido de lo que creíamos a este punto de inflexión.
Existe un punto de inflexión pero no creo que sea 2023, espero que no sea 2023, lo que sí es cierto que esos datos que nos mostró el 2023 es una muestra de lo que se puede venir.
Tenemos que actuar ya, como lo dice el lema tenemos que estar a la vanguardia, tenemos que ir al frente, hacia adelante, tenemos que vencer esta crisis climática. Desafortunadamente ante esta crisis un problema que tenemos es el tiempo para actuar.
Nuestro sistema climático es muy complejo. En la atmósfera ocurren muchos procesos que nos afectan, y una de esas tantas variables que hay arriba son las nubes.
Las proyecciones del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) en las próximas décadas tratan de simular todo lo que ocurre en nuestro sistema climático para poder saber qué va a pasar.
Una de esas variables que se pronostican son las nubes, y desafortunadamente de todo lo que modulan en el IPCC las nubes son las más inciertas, son las de mayor incertidumbre, y esto es porque hay muchos procesos que están asociados a su formación que aún no se conocen en la comunidad científica.
Esta es una de las motivaciones mías para trabajar en esta área para contribuir al conocimiento científico y poder reducir estas incertidumbres, es la única manera que tenemos.
Desafortunadamente estas proyecciones tienen incertidumbre asociadas a las nubes. Esto tiene mucho que ver con el cambio climático, las nubes controlan qué tanta radiación solar llega a la superficie terrestre y qué tanta radiación infrarroja se escapa hacia el exterior.
Es así como contribuyo a combatir el cambio climático, específicamente estudiando las nubes que contienen hielo, que son de todas las nubes las más inciertas.
Estamos tratando de entender algo que es muy incierto. Todos los modelos climáticos globales enmarcan o engloban a nuestro planeta. El pulmón del planeta es el Amazonas, dentro de todo estos cálculos de modelación se incluye el Amazonas.
Por fortuna existe una estación muy importante cerca de Manaos, Brasil, que se llama ATTO. En ATTO modelan todo lo que ocurre en el Amazonas, pero el Amazonas es muy grande y existen diferencias en la región en cuanto a biodiversidad, actividades antropogénicas, uso del suelo, vegetación, etc.
Toda la información que existe hoy en día sobre el Amazonas, es de la zona central, son los datos que se han obtenido en la estación ATTO. Lo que estamos tratando de obtener aquí es un segundo punto de medición en el noroeste del Amazonas.
Estamos tratando de hacer una caracterización, química, física y biológica de las partículas de aerosol que se emiten en esta parte puntual del Amazonas para contrastar con lo que se mide en ATTO.
La idea es entender cuáles son las emisiones antropogénicas, biogénicas que ocurren en esta zona del Amazonas y cómo impactan la calidad del aire y en el ciclo hidrológico local y regional.