¡Descubrimiento inesperado en la muestra extraterrestre proveniente del asteroide Bennu!
Se abrió la cápsula que contenía la muestra del asteroide Bennu, recolectada hace tres años por la misión OSIRIS-REx.
Al fin se abrió el contenido que mandó la nave OSIRIS-Rex con la muestra del asteroide Bennu, recolectada en el espacio y traída a la Tierra por la NASA, y la primera evidencia es el alto contenido de carbono y agua, que en conjunto podrían indicar presencia de los componentes básicos de la vida.
El pasado miércoles 11 de octubre desde su Centro Espacial Johnson en Houston, líderes y científicos de la agencia espacial mostraron el material del asteroide por primera vez desde que aterrizó en septiembre y que tiene 4,500 millones de años de antigüedad.
Esta apertura fue parte de una evaluación preliminar del equipo científico OSIRIS-REx (Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification and Security – Regolith Explorer) de la NASA. Encontrando que es la muestra más rica en carbono jamás enviada a la Tierra.
Esto ayudará a los científicos a investigar los orígenes de la vida en nuestro propio planeta para las futuras generaciones. Todo esto con el fin de responder preguntas sobre quiénes somos y de dónde venimos.
Visitando el vecindario
Las misiones de la NASA como OSIRIS-REx mejorarán nuestra comprensión de los asteroides que podrían amenazar a la Tierra y, al mismo tiempo, nos permitirán vislumbrar lo que hay más allá. La muestra ha regresado a la Tierra, pero aún queda mucha ciencia por hacer.
Aunque se necesita más trabajo para comprender la naturaleza de los compuestos de carbono encontrados, el descubrimiento inicial es un buen augurio para futuros análisis de la muestra de asteroides.
Los secretos que se esconden dentro de las rocas y el polvo del asteroide se estudiarán durante los próximos años, lo que ofrecerá información sobre cómo se formó nuestro sistema solar, cómo se pudieron sembrar en la Tierra los materiales precursores de la vida y qué precauciones deben tomarse para evitarlo.
Muestras adicionales
El objetivo de la recolección de muestras de OSIRIS-REx eran 60 gramos de material de asteroide. Sin embargo, al desmontar el sistema, los expertos en conservación del Centro Espacial Johnson de la NASA, descubrieron material extra del asteroide que cubría tanto la tapa como la base del recipiente.
Debido a esto, pasaron 10 días desmontando el sistema de muestras, pues esta labor debía llevarse a cabo de forma cuidadosa para extraer la muestra a granel que contiene. Había tanto material extra que el proceso de recolección y contención de la muestra primaria fue más lento.
Dijo Vanessa Wyche, directora del NASA Johnson Space Center. Mientras que en las dos primeras semanas, los científicos realizaron análisis de “visión rápida” de ese material inicial, recopilando imágenes de un microscopio electrónico de barrido, mediciones infrarrojas, difracción de rayos X y análisis de elementos químicos.
También se utilizó tomografía computarizada de rayos X para producir un modelo informático en 3D de una de las partículas, destacando su interior diverso. Este primer vistazo proporcionó evidencia de abundante carbono y agua en la muestra.
Investigaciones a futuro
Pero esto es sólo la punta del iceberg cósmico, pues la abundancia de material rico en carbono y la presencia de minerales arcillosos acuíferos son sólo algunos de los secretos preservados dentro del polvo y las rocas del asteroide Bennu. Es una cápsula del tiempo que nos ofrece conocimientos profundos sobre los orígenes de nuestro sistema solar.
Durante los próximos dos años, el equipo científico de la misión continuará caracterizando las muestras y realizando los análisis necesarios para cumplir los objetivos científicos de la misión. La NASA preservará al menos el 70% de la muestra para futuras investigaciones por parte de científicos de todo el mundo, incluidas las generaciones futuras de científicos.
Como parte del programa científico de OSIRIS-REx, un grupo de más de 200 científicos de todo el mundo explorarán las propiedades del regolito, incluidos investigadores de muchas instituciones estadounidenses, socios de la NASA JAXA (Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón), CSA (Agencia Espacial Canadiense) y otros científicos de todo el mundo.
Estos descubrimientos, han sido posibles gracias a años de colaboración dedicada y ciencia de vanguardia. Nos impulsan en un viaje para comprender no solo nuestro vecindario celestial sino también el potencial para el comienzo de la vida. Con cada revelación de Bennu, nos acercamos más a desentrañar los misterios de nuestra herencia cósmica.
Y lo que más nos emociona a los apasionados de la exploración espacial es que también se prestarán muestras adicionales a finales de este otoño al Instituto Smithsonian, el Centro Espacial de Houston y la Universidad de Arizona para su exhibición pública, así que estaremos al tanto para poder conocer en persona un poquito más de nuestro pasado.