Datos de rayos de hace 100 años ofrecen pistas sobre el cambio climático
Datos registrados desde hace cien años sobre rayos, están proporcionando una nueva fuente de datos climáticos, dicen los especialistas en el tema.
Las corrientes eléctricas en la atmósfera resultantes de las tormentas eléctricas que ocurrieron hace casi un siglo fueron influenciadas por cambios en las corrientes oceánicas distantes, dice una nueva investigación.
Los científicos del tiempo y el clima hicieron el descubrimiento utilizando registros de datos anteriores a la Segunda Guerra Mundial de Australia y Escocia. Podría servir como una nueva fuente de datos para ayudar a calibrar la precisión de las futuras predicciones climáticas globales y regionales.
Una nueva pieza del rompecabezas
La influencia del ciclo El Niño/La Niña de las corrientes oceánicas en los patrones globales de lluvia y temperatura es bien conocida, pero científicos de la University of Reading y la University of East Anglia (UAE) han encontrado una nueva forma en que afecta la atmósfera.
El calentamiento y enfriamiento de las temperaturas de la superficie del mar en el Océano Pacífico causado por el ciclo también afecta la red global natural de corrientes eléctricas que fluyen en la atmósfera. Esto significa que los cambios de temperatura en el Pacífico están relacionados con los cambios de electricidad atmosférica en todo el mundo.
El equipo analizó las observaciones archivadas del campo eléctrico de los sitios de observación en Watheroo, Australia Occidental y Lerwick, Shetland, y encontró que las mediciones de electricidad atmosférica en estos dos lugares se correlacionaron con los cambios de temperatura en el Pacífico.
Históricamente, las mediciones de electricidad atmosférica tienden a provenir de observatorios que monitorean el magnetismo de la Tierra, por lo que sus archivos son fuentes inesperadas para trabajos relacionados con el clima.
“Con este hallazgo, hemos descubierto una nueva pieza del rompecabezas de las conexiones a través y dentro de la atmósfera”, dice Giles Harrison, profesor de Física Atmosférica en la Universidad de Reading, quien dirigió el estudio.
“Las fluctuaciones cálidas y frías de El Niño y La Niña influyen fuertemente en los patrones climáticos en todo el mundo. Hemos demostrado que El Niño también cambia el sistema global de flujo de corriente eléctrica en la atmósfera, y muy posiblemente siempre lo haya hecho. Confirma que el circuito global está integrado en el sistema climático, por lo que a medida que cambia el sistema climático, el circuito global responde”.
Datos complementarios
El descubrimiento es útil porque los datos de electricidad atmosférica son complementarios a los datos climáticos y, por lo tanto, brindan información adicional para probar el modelado climático. El trabajo también ayudará a los investigadores a comprender los efectos de la electricidad atmosférica en las nubes y, posiblemente, en el clima.
“Los climatólogos generalmente piensan que El Niño y La Niña influyen en el clima global al alterar los patrones climáticos, como la corriente en chorro. Este es un ejemplo de cómo El Niño y La Niña afectan la física de nuestra atmósfera de una manera muy diferente”, explica Manoj Joshi, profesor de dinámica climática en la UEA.
“Es sorprendente pensar que cada tormenta eléctrica y cualquier lluvia en cualquier parte del mundo afecta el flujo de corriente atmosférica de una manera pequeña en todas partes del mundo. Sin embargo, los fenómenos de El Niño y La Niña son una parte tan importante del sistema climático que los cambios en las precipitaciones que provocan no solo son lo suficientemente grandes como para ser medidos, sino lo suficientemente grandes como para darnos una clara señal de su presencia”.
Este trabajo, publicado en Environmental Research Letters, se basa en el trabajo anterior de Harrison que descubrió el efecto de El Niño-La Niña en un período corto de datos del Observatorio Lerwick durante la década de 1970.
“Explorar lo que El Niño y La Niña estaban haciendo en el pasado nos ayuda a predecir con mayor precisión los patrones climáticos en el futuro”, explica el profesor Ed Hawkins, científico climático de la Universidad de Reading, cuyo proyecto Weather Rescue ha recuperado y digitalizado más de tres millones de registros meteorológicos anteriores con la ayuda de voluntarios.
“Necesitamos la mayor cantidad de datos posible para esto, retrocediendo mucho tiempo. Nuestro descubrimiento de que los registros del sistema eléctrico atmosférico global también llevan la huella de El Niño, ayuda a verificar las reconstrucciones de El Niño. Ha revelado una fuente nueva y sin explotar de datos climáticos”.