Confinamiento por COVID-19 aumenta temporalmente temperaturas globales
Una investigación publicada recientemente muestra como las reducciones de emisiones de aerosoles contaminantes tuvieron un ligero impacto de calentamiento en la atmósfera global. A continuación te contamos como se llegó a esta conclusión.
El estudio publicado por el Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR, por sus sigla en inglés), obtuvo resultados que señalan que durante el confinamiento por la pandemia del Coronavirus y con la reducción de la actividad social se afectaron las emisiones de algunos contaminantes, esto calentó ligeramente el planeta durante varios meses el año pasado.
Contrario a lo que muchos suponían en un principio, este hallazgo destaca como las partículas en el aire como los aerosoles influyen en el bloqueo de luz solar entrante. Por lo tanto, la reducción en la emisión de estos contribuyó haciendo que más radiación llegara al planeta.
"Hubo una gran disminución en las emisiones de las industrias más contaminantes, y eso tuvo efectos inmediatos a corto plazo sobre las temperaturas", dijo el científico de NCAR Andrew Gettelman, autor principal del estudio. "La contaminación enfría la Tierra, por lo que tiene sentido que las reducciones de la contaminación la calienten".
Aún cuando se determinó que los aerosoles contrarrestan la influencia del calentamiento de los gases de efecto invernadero, emitir más de ellos a la atmósfera inferior no es una estrategia viable para frenar el calentamiento global. Se espera que el estudio ayude a los científicos a comprender la influencia de aerosoles en diferentes condiciones atmosféricas, y así minimizar los efectos nocivos del cambio climático.
La investigación
Además de los científicos del NCAR, investigadores de la Universidad de Oxford, el Imperial College y la Universidad de Leeds son coautores del estudio. Esta investigación destaca la influencia de diferentes tipos de emisiones como las centrales eléctricas, vehículos de motor, instalaciones industriales y otras fuentes.
Se determinó que los aerosoles tienden a iluminar las nubes y reflejar el calor del Sol de regreso al espacio. Mientras que, el dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero tienen el efecto opuesto, atrapando el calor cerca de la superficie del planeta y elevando las temperaturas.
Por ejemplo, la emisión de CO2 permanece en la atmósfera durante décadas y tiene una influencia más gradual en el clima. Pero, en cuanto a la dispersión de los aerosoles tiene un impacto más inmediato que se desvanece en pocos años.
Durante la primavera 2020 las temperaturas en partes de la superficie terrestre fueron entre 0.2° y 0.5°F (0.1°-0.3°C) más cálidas que el promedio global. En regiones donde las emisiones de aerosoles son más altas este efecto fue más pronunciado, el calentamiento alcanzó aproximadamente los 0.7°F (0.37°C), como en Estados Unidos y Rusia.
La influencia climática de varios tipos de aerosoles, incluidos sulfatos, nitratos, carbón negro y polvo, ha sido más difícil de precisar. Entonces se vuelve un desafío proyectar la magnitud del cambio climático a futuro en relación a la emisión de aerosoles los próximos años, así como su influencia en las nubes y la temperatura.
Metodología y resultados
Para llevar a cabo la investigación, Gettelman y sus coautores utilizaron dos de los modelos climáticos líderes en el mundo: el Modelo del Sistema Terrestre Comunitario de NCAR y el ECHAM-HAMMOZ desarrollado por un consorcio de Naciones Europeas. Realizaron simulaciones en ambos modelos, ajustando las emisiones de aerosoles e incorporando las condiciones meteorológicas reales en 2020.
Esto permitió identificar el impacto de las emisiones reducidas en los cambios de temperatura que eran demasiado pequeños para detectarlos en las observaciones reales, donde podrían verse oscurecidos por la variabilidad de las condiciones atmosféricas.
Se demostró que, el calentamiento fue más fuerte en las latitudes medias y altas del hemisferio norte. Mientras que, para los trópicos el efecto fue mixto y comparativamente menor en gran parte del hemisferio sur, donde las emisiones de aerosoles no son tan generalizadas.
Gettelman enfatizó que, “Las emisiones de aerosoles tienen efectos dañinos para la salud", y agrego, “Decir que deberíamos contaminar no es práctico".