¿Cómo la NASA está mapeando el agua de la Luna? Descubre todos lo detalles del proyecto Trailblazer
El Lunar Trailblazer de la NASA ha llegado a Florida para los preparativos finales antes de su lanzamiento. Rastreará el agua en la Luna, proporcionando los mapas hídricos más detallados hasta la fecha.
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Este satélite, construido por Lockheed Martin Space en Littleton, Colorado, ha sido integrado con un cohete SpaceX Falcon 9. Volará como parte de la misión IM-2 de Intuitive Machines bajo la iniciativa CLPS de la NASA, con el despegue planeado no antes del jueves 26 de febrero desde el Complejo de Lanzamiento 39A.
Unos 48 minutos después del lanzamiento, el Lunar Trailblazer se desprenderá del cohete e iniciará su viaje en solitario hacia la Luna. Los datos recopilados durante su misión principal de dos años mejorarán la comprensión de los ciclos de agua en cuerpos celestes sin atmósfera y ayudarán en la futura exploración lunar humana y robótica.
Está equipado con dos avanzados instrumentos científicos: el espectrómetro de infrarrojos High-resolution Volatiles and Minerals Moon Mapper (HVM3), desarrollado por el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA, y el imageador multiespectral de infrarrojos Lunar Thermal Mapper (LTM), construido por la Universidad de Oxford con el apoyo de la Agencia Espacial del Reino Unido.
Andy Klesh, ingeniero de sistemas del proyecto Lunar Trailblazer en JPL, mencionó que a diferencia de lo habitual en misiones pequeñas que pueden tener un propósito muy enfocado y singular, el Lunar Trailblazer tiene dos instrumentos de alta fidelidad a bordo, superando las expectativas de cualquier misión anterior.
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Navegación de precisión
Antes de comenzar sus observaciones científicas, el Lunar Trailblazer ejecutará una serie compleja de sobrevuelos lunares y órbitas en bucle durante varios meses. Estas maniobras se realizan para refinar gradualmente la trayectoria, permitiéndole alcanzar suavemente su posición final de mapeo.
Con un peso de sólo 200 kilogramos y un ancho de 3.5 metros, cuando sus paneles solares están completamente extendidos, el satélite es comparable en tamaño a un lavavajillas y opera con un sistema de propulsión relativamente pequeño.
Para maximizar la eficiencia del combustible, se ha planificado una trayectoria que aprovechará las fuerzas gravitacionales del Sol, la Tierra y la Luna, una técnica conocida como transferencia de baja energía que generelmente se utiliza en las misiones lunares. Este método le permite entrar en órbita lunar usando un combustible mínimo.
A medida que la nave espacial realice sobrevuelos, llevará a cabo maniobras de corrección de trayectoria, para cambiar gradualmente de una órbita altamente elíptica a una casi circular. Finalmente, se asentará en una órbita estable aproximadamente a 100 kilómetros sobre la superficie lunar.
Mapeo de la superficie lunar
Una vez en su órbita operativa, rodeará la Luna 12 veces al día, recopilando datos en diferentes momentos del día lunar. Sus observaciones se extenderán a los cráteres cerca del polo sur lunar, regiones que no reciben luz solar directa y en las cuales podrían contener agua congelada.
Si la misión identifica depósitos significativos de hielo, estos lugares podrían servir como zonas clave. Enviará sus hallazgos a la Red del Espacio Profundo de la NASA, con el procesamiento de datos y las operaciones de la misión gestionadas desde el recién establecido centro de operaciones en el IPAC de Caltech en Pasadena, California.
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La misión forma parte del programa SIMPLEx (Small Innovative Missions for Planetary Exploration) de la NASA, que apoya misiones científicas planetarias rentables permitiendo que naves espaciales más pequeñas viajen con misiones más grandes que aceptan mayores riesgos operativos y tienen requisitos de supervisión reducidos, fomentando la innovación tecnológica y enfoques experimentales.
Además de contar con experiencia de misiones previas y con datos públicos de sondas de China y la India, que ya han tenido éxitos previos al alunizar en el polo sur lunar y mapear previamente la superficie lunar, encontrando los compuestos y condiciones necesarias para que pueda existir el vital elemento.
Innovación y flexibilidad
Lee Bennett, líder de operaciones del Lunar Trailblazer en IPAC, afirmó que es una misión pequeña con objetivos científicos innovadores, por lo que se espera tener éxito al conformar un equipo multidisciplinario compuesto tanto por expertos como por estudiantes.
Ya que el equipo internacional está compuesto por ingenieros experimentados, básicamente miembros de equipos científicos de varias instituciones además de muchos estudiantes locales que están teniendo la oportunidad de trabajar en una misión de la NASA por primera vez.
Los estudiantes de Caltech y Pasadena City College, adquirirán experiencia práctica trabajando junto a estos ingenieros y científicos experimentados, ya que asistirán en todo momento a las operaciones de la misión, aumentando el número de personas en la industria aeroespacial.
Está planeado que las observaciones se extiendan a los cráteres en las sombras permanentes cerca del Polo Sur de la Luna, regiones que nunca reciben luz solar directa y pueden contener agua congelada. Si se llegan a encontrar estos depósitos s.in duda estaríamos ante el inicio de una nueva carrera lunar.