¿Cómo afectan los genes de la dislexia a la estructura del cerebro? Un estudio publicado en Science lo explica
¿Por qué a algunas personas les resulta más difícil aprender a leer y escribir? Un estudio muestra cómo los genes de la dislexia cambian el cerebro y lo que eso significa para todos nosotros.
La dislexia, también conocida como dificultades para leer y escribir, afecta aproximadamente al 5% de los niños en edad escolar. Leer y escribir se convierte para ellos en un desafío diario. ¿Pero qué hay detrás de esto? Los científicos han descubierto que los genes desempeñan un papel crucial en esto.
Estos pueden influir en el desarrollo y funcionamiento de nuestro cerebro, especialmente en las áreas responsables del lenguaje, la visión y el movimiento. ¿Suena complicado? No te preocupes, te lo explicamos.
Gran estudio – grandes hallazgos
Los investigadores del Instituto Max Planck de Psicolingüística analizaron los datos de un enorme estudio: más de un millón de personas contribuyeron con sus datos genéticos. El análisis muestra que determinadas variantes genéticas aumentan la probabilidad de sufrir dislexia.
¿Pero qué le hace eso al cerebro? Utilizando escáneres cerebrales de una base de datos británica (UK Biobank), los científicos pudieron descubrir conexiones interesantes entre estos genes y la estructura de nuestro órgano pensante.
Cambios en el cerebro: ¿qué pasa?
Las personas con una mayor susceptibilidad genética a la dislexia suelen tener volúmenes más pequeños en áreas del cerebro que coordinan los movimientos o procesan los sonidos del habla. Se hizo un descubrimiento sorprendente: el volumen de la corteza visual, el área responsable de la visión, era mayor en estas personas.
También hubo anomalías en la llamada “cápsula interna”, una importante red de comunicación entre diferentes áreas del cerebro. Interesante: Esta región se asoció no sólo con la dislexia, sino también con rasgos como la inteligencia, la atención y el éxito educativo.
Cerebro y estilo de vida: ¿huevo o gallina?
Pero, ¿qué fue primero: las estructuras cerebrales alteradas o la dislexia? Los investigadores sospechan que algunas de las diferencias aparecen temprano en el desarrollo, tal vez incluso antes del nacimiento. Otros podrían surgir del estilo de vida. Quienes tienen dificultades para leer suelen evitarlo. Menos práctica podría tener efectos a largo plazo en el cerebro, especialmente en las áreas responsables de ver y procesar texto.
Lo que depara el futuro: ayuda para los niños
El estudio es un paso importante hacia una mejor comprensión de la dislexia. El objetivo de los investigadores es brindar a los niños un apoyo más temprano y más específico. Con mejores diagnósticos y programas de apoyo individuales, los niños afectados podrían aprender a leer y escribir más fácilmente en el futuro. Cuanto más sepamos sobre el papel de los genes y el cerebro, mejor podremos ayudar y hacer la vida un poco más fácil para muchos.
Al final, la conclusión sigue siendo: la dislexia es más que una simple debilidad en la lectura y la escritura. Muestra cuán complejo y fascinante funciona nuestro cerebro y cuánto podemos aprender aún sobre nosotros mismos.