Los científicos descubren criaturas misteriosas en la Antártida
Los científicos descubren formas de vida nunca antes vistas en las profundidades de la Antártida: criaturas extrañas que traen más preguntas que respuestas.
Cualquiera que haya visto la serie de ciencia ficción Expedientes Secretos X, probablemente recuerde un episodio publicado en 1993, donde un equipo de investigadores descubre misteriosos organismos parásitos en Alaska. Casi 30 años después, la ficción se ha hecho realidad, aunque no da tanto miedo.
Los científicos que realizaban investigaciones exploratorias en la Antártida descubrieron, por casualidad, formas de vida nunca antes vistas. Como en la ficción, los investigadores perforaron el hielo cuando descubrieron, por accidente, criaturas estacionarias atrapadas en una región sumergida.
La investigación se estaba llevando a cabo en la plataforma de hielo Filchner-Ronne, ubicada al sureste del mar de Weddell, y sugiere que la Antártida, antes considerada el continente más árido del planeta, en realidad puede esconder un rico ecosistema debajo de sus plataformas de hielo.
Los organismos descubiertos son similares a las esponjas marinas y se encuentran en completa oscuridad, a temperaturas de -2,2°C y a una distancia de 260 km del mar abierto. Muy pocas formas de vida conocidas pueden resistir tales condiciones.
Según el autor principal del estudio, el Dr. Huw Griffiths, el descubrimiento plantea más preguntas de las que responde. Los científicos no saben cómo llegaron las criaturas allí, cuánto tiempo han estado allí o de qué se alimentan. También es un misterio si las criaturas son comunes en toda la Antártida o si ocurren solo en el lugar explorado.
Este es el primer registro de una comunidad en las profundidades de una plataforma de hielo y parece ir en contra de todas las teorías sobre el desarrollo de los seres vivos que conocemos. Como el sitio no permite la fotosíntesis y sus aguas no son ricas en nutrientes, allí no deberían existir seres estacionarios de este tipo. Estudiarlos puede proporcionarnos pistas valiosas para comprender la naturaleza misma de la vida y su origen en nuestro planeta.
Sin embargo, con el cambio climático y el creciente colapso de estas plataformas de hielo en los últimos años, los científicos se encuentran con una bomba de tiempo en la mano: hay muy poco tiempo para estudiar y proteger estos ecosistemas antes de su destrucción.
Se necesitarán nuevas expediciones para estudiar las misteriosas criaturas. Los científicos tendrán que encontrar la forma de acercarse a estos seres, ubicados debajo de una gigantesca plataforma de hielo a 260 km del punto más cercano al que puede llegar un barco.
Las plataformas de hielo flotantes representan el hábitat inexplorado más grande del Océano Austral. A pesar de cubrir un área de 1,5 km², solo se ha explorado un área similar a una pequeña cancha de tenis, lo que resalta la importancia de las inversiones en ciencia e investigación: el desafío es mucho mayor de lo que parece y hay poco tiempo para encontrar un solución.