Arte rupestre descubierto en la Amazonía revela las complejas relaciones que tenían los colonos con los animales

El arte rupestre de la Amazonia colombiana ha proporcionado a los arqueólogos una nueva perspectiva de las complejas relaciones que tenían las personas con los animales que encontraban y con los que compartían sus vidas.

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Imagen del director, uno de los paneles estudiados. Crédito: Universidad de Exeter

Increíbles pinturas rupestres de color ocre de una variedad de animales, incluidas imágenes de humanos transformándose en animales, muestran la rica mitología que rodeó y guió a generaciones de indígenas amazónicos.

16 "paneles" de pinturas ocres, algunos de los cuales solo son accesibles trepando con cuerdas, encontrados en el afloramiento rocoso de Cerro Azul en la Serranía de la Lindosa aún no están fechados con precisión. Es probable que hayan sido utilizados como galerías durante miles de años, desde el año 10,500 a. C.

Evidencia de los primeros colonos humanos

La investigación que fue dirigida por un equipo internacional de las Universidades de Exeter, Antioquia, Medellín y Nacional de Colombia fue publicada en la revista Anthropological Archaeology. Las pinturas y obras de arte fueron excavadas junto con restos de animales que revelaron dietas diversas, con peces, mamíferos y reptiles encontrados.

Sin embargo, las proporciones de los huesos de animales encontrados no coinciden con la representación proporcional de los animales representados en el arte, lo que sugiere que los colonos no pintaron solo los animales que comían.

“Estos yacimientos de arte rupestre incluyen la evidencia más temprana de la presencia de humanos en la Amazonia occidental, que data de hace 12.500 años”, dijo el Dr. Mark Robinson, profesor asociado de Arqueología en el Departamento de Arqueología e Historia de Exeter.

“El arte es una visión asombrosa de cómo estos primeros colonos entendieron su lugar en el mundo y cómo establecieron relaciones con los animales. El contexto demuestra la complejidad de las relaciones de los amazónicos con los animales, tanto como fuente de alimento como como seres venerados, que tenían conexiones sobrenaturales y exigían negociaciones complejas de los especialistas en rituales”.

El equipo decidió centrar su investigación en detalle a 6 paneles del yacimiento. Estos incluían un panel de 40 por 10 metros llamado El Más Largo que contenía más de 1,000 imágenes y un panel más pequeño de 10 por 6 metros llamado Principal que contenía 244 imágenes de color rojo vibrante y extremadamente bien conservadas. Se catalogaron 3,233 imágenes en total de los paneles, y se catalogaron por forma.

Las imágenes figurativas fueron las más comunes, representando el 58% del total de imágenes catalogadas. Más de la mitad de las obras estaban relacionadas con animales, y se exhibieron 22 animales diferentes, incluidos pájaros, lagartos, tapires, tortugas y venados.

Aunque los restos de peces eran comunes en el sitio arqueológico, solo se pintaron en 2 paneles dentro de escenas de pesca. Los grandes felinos estaban completamente ausentes, a pesar de que se han encontrado en el arte en otros sitios colombianos. El equipo de investigación cree que los artistas pueden haber estado restringidos en lo que pintaban, y es posible que no hayan podido pintar animales poderosos como el jaguar.

Las imágenes de figuras que combinan animales y características humanas muestran la compleja mitología de la transformación entre los estados humano y animal que aún se puede encontrar en las poblaciones amazónicas actuales.

Variación en las especies animales


La variación de animales representados en la obra de arte y los restos arqueológicos muestra una comprensión y explotación de muchos entornos diferentes en la región, incluidos los bosques inundados, los ríos y las sabanas.

“Los pueblos indígenas de Cerro Azul y las tierras circundantes cazaban y representaban una variedad diversa de animales de diferentes ecologías, desde peces acuáticos hasta monos arbóreos”. “Los indígenas de la Amazonia tenían un conocimiento profundo de los diversos hábitats de la región y poseían las habilidades necesarias para rastrear y cazar animales y recolectar plantas de cada uno de ellos, como parte de una amplia estrategia de subsistencia”, dijo el Dr. Javier Aceituno, de la Universidad de Antioquia, en Medellín.

“Nuestro enfoque revela diferencias entre lo que las comunidades indígenas explotaban para alimentarse y lo que es conceptualmente importante representar –y no representar– en el arte”, dijo el profesor José Iriarte, de Exeter.

“Aunque no podemos estar seguros de qué significado tienen estas imágenes, sin duda ofrecen mayores matices a nuestra comprensión del poder de los mitos en las comunidades indígenas. Son particularmente reveladoras cuando se trata de aspectos más cosmológicos de la vida amazónica, como lo que se considera tabú, dónde reside el poder y cómo se llevaban a cabo las negociaciones con lo sobrenatural”.

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Referencia de la noticia:

Robinson, M et al (2024). Animals of the Serranía de la Lindosa: Exploring representation and categorisation in the rock art and zooarchaeological remains of the Colombian Amazon. Journal of anthropological archaeology