El super Júpiter rebelde que cambia de brillo podría redefinir lo que sabemos del Universo

SIMP 0136, un objeto errante en el espacio, muestra cambios de brillo inesperados debido a nubes metálicas, temperaturas variables y procesos químicos complejos.

Concepción artística de cómo podría lucir el objeto aislado de masa planetaria SIMP 0136. Crédito: NASA ESA

En la inmensidad de la Vía Láctea, a sólo 20 años luz de la Tierra, viaja libremente un objeto extraño llamado SIMP 0136. No es un planeta ni una estrella, sino algo intermedio, probablemente una enana marrón. Este cuerpo celeste comparte similitudes con los gigantes gaseosos.

Con una masa 13 veces mayor que la de Júpiter, SIMP 0136 gira rápidamente, completando una rotación en apenas 2.4 horas. Su brillo cambia constantemente, lo que indica procesos atmosféricos complejos. Al no orbitar una estrella, su observación es más fácil pues no sufre interferencias lumínicas externas.

Durante años, telescopios espaciales como Hubble y Spitzer monitorearon SIMP-0136, encontrando que el objeto tenía nubes irregulares que giraban y evolucionaban. Sin embargo, los astrónomos sospechaban que algo más ocurría en su atmósfera, algo que sólo el James Webb podría descubrir.

Con su capacidad para capturar espectros detallados en longitudes de onda infrarrojas, ofreció la clave, pues al utilizar esta poderosa herramienta para investigar a fondo las misteriosas variaciones de brillo se obtuvieron resultados sorprendentes.

Un arcoíris infrarrojo que revela secretos ocultos

Mediante el uso del instrumento NIRSpec del Webb se pudieron capturar miles de espectros de luz infrarroja. Cada espectro fue registrado cada 1.8 segundos durante más de tres horas. Posteriormente, utilizaron MIRI para ampliar el rango de observación, cubriendo longitudes de onda más largas.

Estos datos generaron cientos de curvas de luz, gráficos que mostraban cambios de brillo a medida que el planeta rotaba. Las curvas eran distintas: algunas longitudes de onda aumentaban su brillo, otras disminuían o permanecían estables, la diversidad de patrones sugería múltiples procesos atmosféricos simultáneos.

Philip Muirhead, coautor del estudio, explicó que es como observar la Tierra desde lejos pues:

Si analizamos diferentes colores, podríamos deducir la presencia de océanos, suelos o vegetación. Lo mismo ocurre con SIMP 0136: cada longitud de onda revela distintos aspectos de su atmósfera cambiante

Las observaciones revelaron que los cambios de brillo no sólo eran causados por nubes, sino también por variaciones de temperatura y reacciones químicas. El análisis detallado permitió a los investigadores construir un modelo tridimensional de la atmósfera, ofreciendo una visión nunca antes vista.

Nubes metálicas, manchas calientes y química cambiante

Para entender las variaciones de brillo, el equipo utilizó modelos atmosféricos que mostraban de qué profundidad provenía cada longitud de onda. Descubrieron que algunas señales surgían de zonas profundas, donde podrían existir nubes de hierro, formadas por partículas metálicas suspendidas en la atmósfera.

Otro conjunto de señales provenía de capas más altas, donde probablemente flotaban nubes de silicatos. Estas nubes, compuestas de diminutas partículas minerales, reflejaban la luz de manera diferente, creando variaciones de brillo. Las capas de nubes eran irregulares, lo que explicaba los patrones cambiantes observados.

Estas curvas de luz muestran el cambio de brillo de tres conjuntos diferentes de longitudes de onda (colores) de luz infrarroja cercana proveniente del objeto aislado de masa planetaria SIMP 0136 a medida que gira. Crédito: NASA

Pero había más sorpresas. Algunas longitudes de onda rastreaban zonas calientes en la parte superior de la atmósfera. Estas manchas podrían estar relacionadas con auroras detectadas previamente en radiofrecuencias o con corrientes de gas caliente que emergen desde las profundidades del planeta.

Sin embargo, no todas las curvas podían explicarse solo con nubes o temperatura, algunas variaciones parecen estar relacionadas con procesos químicos en la atmósfera. La presencia de monóxido y dióxido de carbono sugiere reacciones dinámicas temporales.

Preparando el Camino para Explorar Otros Mundos

Los descubrimientos en SIMP 0136 no sólo revelan su compleja atmósfera, sino que también preparan el camino para futuros estudios de exoplanetas. Estos resultados ayudarán a mejorar su detección y caracterización, proporcionando información valiosa para futuras misiones astronómicas.

El Telescopio Espacial Nancy Grace Roman, que comenzará operaciones en 2027, utilizará estos conocimientos para analizar atmósferas de exoplanetas. Comprender cómo cambian las condiciones atmosféricas en SIMP 0136 permitirá interpretar mejor los datos obtenidos de otros mundos lejanos.

Sin embargo, la variabilidad atmosférica de SIMP 0136 plantea un desafío para el estudio de exoplanetas. “Si sólo obtenemos una medición, podría no reflejar lo que ocurre en todo el planeta”, advirtió Johanna Vos, investigadora principal del estudio. Esta advertencia subraya la complejidad de estos sistemas.

SIMP 0136 es un recordatorio de que los mundos alienígenas son más dinámicos y complejos de lo que imaginamos. Este vagabundo cósmico sigue desvelando secretos que inspiran a los astrónomos a seguir explorando el Universo, en busca de respuestas sobre la diversidad infinita de los cuerpos celestes.