Un agujero en el corazón puede provocar accidentes cerebrovasculares en personas jóvenes, advierte especialista
Existe evidencia de que hay un grupo de enfermedades cardiovasculares que están conectadas con enfermedades cerebrovasculares. Un tercio de la población podría tener un agujero en el corazón que debió cerrar después de nacer pero permanece abierto.
En México, cada año fallecen cerca de 220 mil personas por enfermedades cardiovasculares, de las cuales 177 mil fueron por infarto al miocardio y alrededor de 37 mil por derrames cerebrales, que pueden ser prevenibles al evitar o controlar los factores de riesgo como el tabaquismo, presión arterial alta, colesterol elevado y diabetes no controlada.
Las enfermedades cardiovasculares más comunes son en arterias coronarias y en arterias cerebrales, mejor conocidas como apoplejía, embolia o derrame cerebral, las mujeres son las más afectadas.
Y por increíble que te parezca las enfermedades del corazón te pueden provocar daño cerebrovasculares. El accidente cerebrovascular se produce por una falta de riego sanguíneo, lo que se conoce como isquemia, pero hacia el cerebro en lugar de hacia el corazón.
Sobre este tema habló el Zsolt Garami, radiólogo y director médico de ultrasonido vascular del Hospital Houston Methodist, quien explicó que el riesgo cardiovascular y la evaluación del accidente cerebrovascular se relacionan con la enfermedad de la arteria carótida porque el grosor de la pared de dicha arteria es realmente un predictor de enfermedad cardiovascular.
Por esta razón, explicó el especialista, el grupo de enfermedades cardiovasculares está conectado con las enfermedades cerebrovasculares. Otro ejemplo es el Índice Tobillo-Brazo (ITB) cuando medimos las diferencias de presión tobillo-brazo, eso también es un predictor de accidente cerebrovascular.
Los vasos sanguíneos y, nuevamente, los órganos están bastante relacionados y la misma enfermedad que se ve en la arteria coronaria, se verá en la carótida, que afecta el corazón y el cerebro.
Señala el especialista que uno de los hallazgos con lo que se han encontrado es un agujero en el corazón que se supone debe cerrar después de nacer pero que permanece abierto aproximadamente en un tercio de la población, y ésta puede ser una de las causas del accidente cerebrovascular en el grupo de pacientes jóvenes.
Innovación en beneficio de la salud
Como parte de las innovaciones del Hospital Houston Methodist, explica el especialista que para la detección de este tipo de condiciones, se aplica el Doppler transcraneal (TCD por sus siglas en inglés), y este estudio, llamado Bubbles Study, muestra tres veces más agujeros en el corazón que con el eco cardíaco bidimensional.
De alguna manera, la sensibilidad del TCD es tan buena que es por eso por lo que se convirtió en una prueba de preferencia ya que necesitamos este ultrasonido para estudiar realmente los vasos sanguíneos, que alimentan el cerebro y el cuello, dijo el especialista.
El Dr. Garami reiteró tener un buen cuidado de la salud cardiovascular en general. Y recomendó que la parte más importante para el paciente que presenta signos clínicos de un accidente cerebrovascular es realizar pruebas de detección.
La mayoría de las veces, el primer nivel de tratamiento son los medicamentos, pero también se cuenta con procedimientos endovasculares o quirúrgicos abiertos, que pueden reparar el estrechamiento de los vasos sanguíneos y ayudar a restaurar el flujo sanguíneo al corazón y al cerebro.