Tratado de Alta Mar: acuerdo histórico mundial para cuidado de los océanos
Después de años de negociaciones, los Estados miembros de las Naciones Unidas acordaron el Tratado de Alta Mar, que garantiza la protección y el uso sostenible de la biodiversidad marina de las áreas fuera de la jurisdicción nacional.
Los mares y océanos proporcionan alimento, más de la mitad del oxígeno del planeta y regulación del clima. Además de darnos alimento y nutrición crítica para miles de millones de personas y millones más de medios de subsistencia en una variedad de sectores oceánicos, desde la pesca y la acuicultura hasta el turismo, el transporte marítimo y las energías renovables.
Sin embargo, individualmente cuando algo está más allá de nuestro límites existenciales en la vida cotidiana, mostramos como especie terrestre indiferencia, sin valorar o entender que sin la salubridad y cuidado de nuestras aguas simplemente no podríamos existir.
Un océano próspero es clave para garantizar las defensas costeras durante tormentas y climas cada vez más extremos, especialmente en comunidades costeras, ciudades y estados donde la vulnerabilidad es evidente.
Por otra parte, el océano es nuestro sumidero de carbono más importante, absorbe el exceso de calentamiento global y amortigua categóricamente los efectos nocivos del cambio climático que en su mayoría están relacionados a las actividades antropogénicas.
Explotación de los océanos
Casi dos tercios de la superficie del planeta son océanos, y los mares representan el 95 % del hábitat total de la Tierra por volumen. Sin embargo, increíblemente, solo el 1% de alta mar ha estado hasta ahora bajo algún protocolo de protección y solo el 39% del océano está bajo la jurisdicción nacional de países individuales.
Pero ¿Y el resto? Ha ascendido efectivamente a un abuso de los recursos naturales donde los países más ricos o densos poblacionalmente, grandes compañías pesqueras monopolizadas exterminan recursos naturales marítimos.
Como resultado surge un período claro de sobreexplotación, con muy poca consideración por la salud de los recursos naturales que alberga, y con total impunidad. Ha sido un caso de humanidad proverbialmente disparándose en el pie o aparentemente sin tener en cuenta a las generaciones del mañana y más allá que necesitarán un océano próspero para su supervivencia.
El histórico Tratado de Alta Mar
Después de más de una década de conversaciones y negociaciones, los Estados miembros de las Naciones Unidas acordaron un Tratado de Alta Mar que garantizará la protección y el uso sostenible de la biodiversidad marina de las áreas fuera de la jurisdicción nacional.
La Agenda de Acción Oceánica del Foro Económico Mundial y Friends of Ocean Action, comunidad diversa de líderes mundiales que representan una amplia gama de sectores y geografías comprometidos con soluciones aceleradas para un océano saludable, emitieron una declaración en enero de 2023 llamando a la acción oceánica a través de un gama de oportunidades clave este año.
Entre las que destaca esta Conferencia Intergubernamental sobre Biodiversidad Marina de Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional (ahora en su quinta iteración reanudada, o 'IGC5bis'), y acoge con gran satisfacción este acuerdo de la ONU para el océano.
Uso responsable de los recursos marinos
El Tratado de Alta Mar incluye un acuerdo para imponer una protección estricta del océano fuera de las fronteras nacionales y reglas para el uso sostenible de sus recursos. No se trata de poner la naturaleza en una campana de cristal para que permanezca intacta, sino de aplicar un enfoque de precaución para utilizar los recursos marinos de manera responsable al abuso actual que acecha el alta mar, y así garantizar que no estamos agotando los ecosistemas oceánicos y dejando nada para el mañana.
Al proporcionar las herramientas para establecer y administrar áreas marinas protegidas, el nuevo tratado es una contribución masiva para poner en práctica el Marco Global de Biodiversidad de la ONU acordado en diciembre de 2022 en Montreal en la Convención sobre Diversidad Biológica. Aquí, los países se comprometieron a proteger el 30 % de las áreas oceánicas, terrestres y costeras para 2030 (conocido como '30x30').
El tratado también estipula que, las evaluaciones de impacto ambiental deben completarse antes de cualquier nueva explotación de recursos marinos en áreas fuera de las jurisdicciones nacionales. También incluye disposiciones para permitir el intercambio equitativo de conocimientos, tecnologías y beneficios de los recursos genéticos marinos.
Estos elementos se pueden usar en productos que van desde suplementos alimenticios y cosméticos hasta medicamentos que salvan vidas, y la investigación en curso puede conducir a beneficios aún desconocidos para la humanidad en los años venideros.