Tornados en México
Aunque no son tan frecuentes, los tornados son fenómenos meteorológicos que por su naturaleza pueden ocurrir en nuestro país, tal como el que se presentó el pasado 16 de mayo en Tlaxcala.
Diversos usuarios en redes sociales reportaron el evento, mismo que sucedió al filo de las 14:40 (tiempo local). Afortunadamente, el tornado que se presentó en Tlaxcala se originó en una zona despoblada, por lo que se descartó que haya habido personas lesionadas. Este tipo de tornados son aquellos que no están asociados a una tormenta con rotación. Ocurre debido a la modulación de la corriente ascendente que va alimentando la nube convectiva.
El país que por excelencia posee el primer lugar en incidencia de tornados es Estados Unidos. En este lugar del planeta, los contrastes de temperatura entre las masas de aire frío y seco provenientes del ártico y Canadá, así como las cálidas y húmedas originadas principalmente en el Golfo de México incrementan la inestabilidad.
Un tornado comienza con una severa tempestad, desequilibrios térmicos en la atmósfera, que progresivamente se manifiesta con viento, nubes de tormenta, y culmina con violentas precipitaciones, acompañadas de actividad eléctrica.
Este choque de vientos pueden originar nubes tipo embudo, siendo el descenso del aire frío en forma de remolino y girando. Conforme se aproximan al suelo, estos vientos incrementan rápidamente su intensidad, dando pie a este fenómeno.
Los tornados en Estados Unidos
En Estados Unidos, este tipo de eventos se presentan con mayor regularidad entre los meses de abril y septiembre, debido a que el aire cálido y húmedo en el Golfo de México llega con mayor intensidad y energía, viajando hacia el norte y originando los tornados. El tornado es el meteoro más violento y destructivo de todos los conocidos en la atmósfera. Sus vientos pueden alcanzar 500 km/h.
Aunque este tipo de fenómenos no son tan frecuentes ni violentos en México como en Estados Unidos, su ocurrencia es normal y dependiendo el sitio en donde se presentan adoptan nombres coloquiales propios del lugar. Por ejemplo, en zonas rurales de Chihuahua se les conoce como culebras de agua.