La próxima gran tormenta solar podría dejarnos sin internet
Un novedoso estudio advierte que se avecinan tormentas solares, y con ellas enormes problemas para el sistema de comunicaciones de nuestro planeta. Las principales infraestructuras que sustentan la red podrían desconectarse durante meses y dejar a naciones enteras sin conexión.
En la actualidad los cables submarinos son la infraestructura más importante en las telecomunicaciones digitales, ya que transportan más del 90% de todo el tráfico de Internet y sustentan las conexiones de todo el planeta.
Este tipo de sistema de comunicación es vulnerable a las corrientes producidas en la corteza terrestre debida a las supertormentas solares. Si falla el número suficiente de cables submarinos en una región concreta, continentes enteros podrían quedar incomunicados durante semanas o incluso meses (apocalipsis de internet, menciona el estudio).
Aun cuando las tormentas solares severas no son muy recurrentes, las nuevas investigaciones sobre climatología espacial y el nuevo ciclo solar en el que se encuentra nuestra estrella auguran enormes tormentas solares para los próximos años.
¿Qué ocurrieron en las dos últimas supertormentas solares?
La tormenta solar de 1859, la más potente registrada hasta la fecha, el evento Carrington, deformó completamente el campo magnético terrestre y permitió la entrada de partículas solares hasta la alta atmósfera.
Esta perturbación provocó numerosos cortes e incendios en los cables telegráficos de todo el planeta. También se observaron copiosas y extensas auroras boreales, que normalmente solo son visibles cerca de los polos del planeta, en latitudes medias como Roma y Madrid o incluso en zonas de baja latitud como La Habana.
Incluso las tormentas más pequeñas también pueden tener un gran impacto. Una de ellas, en marzo de 1989, dejó sin luz a toda la provincia canadiense de Quebec durante nueve horas.
El segundo incidente, el más grave del siglo XX, ocurrió en 1921 cuando las líneas telefónicas de larga distancia y las instalaciones de telégrafos se quemaron en numerosas parte del mundo, y a lo que se le sumó también las auroras boreales, que volvieron a ser vistas desde barcos más allá del ecuador.
¿Cada cuánto ocurren estas tormentas?
El Sol tiene un ciclo regular de actividad que dura once años aproximadamente y que se mide en función del número de manchas solares que posea en su superficie: al principio del ciclo la actividad de la estrella es mínima y su superficie está libre de manchas solares, episodio también conocido como mínimo solar. Cuando el ciclo de las manchas alcanza su máximo, el Sol se encuentra muy activo, y es entonces cuando se desencadenan las mayores tormentas solares que, si vienen dirigidas hacia la Tierra, pueden dañar los sistemas de alta tecnología.
Durante el 2019 se alcanzó el mínimo solar, donde el Sol no tuvo ni una mancha solar durante 274 días, cerrando así el denominado Ciclo Solar 24 (los registros sistemáticos comenzaron en 1755). A finales de ese mismo año con la llegada de las primeras manchas solares, el sol despertó, y se inició entonces el nuevo ciclo solar.
El número de manchas solares en la superficie solar ha ido aumentando progresivamente, en el año 2020 el número medio aumentó de 8 machas solares por día a superar las 30 a finales de ese mismo año, fecha en la que tuvo lugar la primera erupción solar del nuevo ciclo. Esa tormenta solar golpeó la Tierra y provocó auroras boreales más brillantes de lo normal en latitudes altas.
Las predicciones de los expertos confirman que durante el periodo final del actual ciclo solar se alcanzará el máximo solar, concretamente entre los años de 2026 y 2030, señalando el verano de 2025 como el de mayor actividad con un total de 115 manchas solares.
El pronóstico preve la amenaza de las poderosas tormentas solares a las redes de comunicaciones y a los satélites que rodean a la Tierra. Además, supondría un grave problema para las futuras misiones espaciales, afectando a la famosa misión Artemis: ideada por la NASA para volver a la Luna en 2024. Este misión podría retrasarse hasta finales de esta década por coincidir con el periodo de mayor riesgo de tormentas solares extremas.
Cómo preparar al mundo para un evento solar
Los operadores de red deben considerar el clima solar extremo como una gran amenaza a medida que la infraestructura global de Internet se extiende. Una de las posibles soluciones podría ser instalar más cables en latitudes más bajas, al igual que desarrollar nuevos materiales que resistan los posibles efectos de una tormenta solar. Los expertos adelantan que cuando la próxima gran tormenta solar salga de nuestra estrella, tendremos alrededor de 13 horas para preparar su llegada.