Sistemas meteorológicos típicos de México: entre vaguadas, DANAs, ciclones y frentes fríos, ¿cuáles conoces?

Diariamente, los meteorólogos mencionamos los sistemas y las condiciones del tiempo que ocasionan. Algunos nombres técnicos son poco conocidos, pero pueden ser clave para evitar efectos negativos y aquí podrás conocer su comportamiento.

Sistemas meteorológicos en México
Día con día, México experimenta grandes cambios meteorológicos al paso de sistemas meteorológicos distintos. Tormenta invernal de 2016 en la imagen, NOAA.

La circulación atmosférica y nosotros los meteorólogos no paramos los 365 días del año, día a días se da una condición distinta, quizá similar al día anterior, pero que muchas veces los pequeños detalles hacen la diferencia, incluso sorprendiendo al meteorólogo más experimentado.

Y no, no tiene que ver el cambio climático, sino la simple dinámica y el caos natural de nuestra gran atmósfera que, como todo fluido, no se detiene ni un solo momento. Existen ecuaciones matemáticas que permiten saber cómo se comportará cierta variable a partir de una condición inicial.

Imaginen que consideramos en un punto de una ciudad cierta cantidad de humedad, temperatura, presión y viento, insertamos esos datos a la ecuación para saber cómo se comportará en la próxima hora o próximos días; pero mientras las computadoras la resuelven, ya cambió la condición inicial, alterando el pronóstico.

El pronóstico del tiempo y ecuaciones
Sonará muy fácil decir: "mañana hará Sol y calor"... pero la realidad es que es muy complejo, ya que se necesitan ecuaciones complejas y saber qué sistemas habrá.

Esto hace ver lo complejo del pronóstico y no es “el meteorólogo no sirve, es pésimo su pronóstico” más bien es la naturaleza de la complejidad atmosférica. Brevemente, se describirán los sistemas relevantes que se suscitan en territorio mexicano y el estado del tiempo que favorecen.

Sistemas meteorológicos típicos de México

Recordando, el estado del tiempo son las condiciones meteorológicas que imperan en un lugar y momento dado, extendiéndose a minutos, horas y hasta un par de días cuando hablamos de pronóstico; el clima son las mismas condiciones, pero ahora promedio a lo largo de meses y años. Día a día o mes a mes, los sistemas varían, observándose estos cambios del tiempo y clima.

Época veraniega o tropical

Los más conocidos son los ciclones y ondas tropicales. Los primeros obedecen a la forma de englobar las depresión, tormentas y huracanes, los cuales hacen referencia a sistemas de muy baja presión originados en aguas cálidas tropicales del Atlántico y Pacífico nor-oriental, ocasionando intensas ráfagas de viento, lluvias torrenciales y marea de tormenta o marejada.

Se clasifican de acuerdo a la intensidad del viento: depresiones tropicales con intensidad menor a 63 km/h asignándose un número; tormenta tropical de 63 a 118 km/h cuando se le da nombre y huracán superiores a 118 km/h con categorías que va de la 1 a la 5.

Viento a 700 milibares o 3100 metros
En los mapas de viento, se pueden identificar varios sistemas, como las vaguadas, ondas tropicales y ciclones.

Otro sistema es la onda tropical, perturbación ondulatoria que se origina en África central por los grandes contrastes de temperatura, emergiendo al Atlántico y desplazándose hacia el Caribe y Golfo de México, cruzando la franja centro-sur de nuestro país, cuya inestabilidad produce fuertes lluvias, tormentas, viento y granizadas.

Tiempo invernal o extra-tropicales

Los frentes fríos, algo tan común, pero que erróneamente se da a conocer sus efectos incluso, por el mismo Servicio Meteorológico Nacional. Un frente es la separación o zona de transición entre dos masas de diferentes características de temperatura y humedad; si una masa fría y seca avanza sobre una cálida y húmeda, se le llama frente frío, caso contrario es frente cálido.

Si las masas no muestran gran movimiento una sobre la otra, se le llama estacionario; este sistema es el más “agresivo”, favoreciendo cambios del tiempo más adversos y de un momento a otro. Desde Baja California hasta Tamaulipas y a lo largo del Golfo de México, sienten más sus efectos.

Un frente frío ocasiona EXCLUSIVAMENTE nubosidad y lluvias, si hay suficiente inestabilidad. El descenso térmico y viento es posterior a su paso, cuando llega alta presión fría.

Las tormentas invernales son grandes sistemas profundos de baja presión fría, asociado a sistema frontales, que se desplacen apoyadas por la corriente en chorro (viento fuerte a más de 7 km de altitud de hasta 300 km/h y que separa el frío polar del calor tropical), de oeste a este. Muy rara vez afectan a México, siendo la última vez de forma significativa en marzo de 2016.

Heladas, algo característico de invierno en México
Tras el paso de un frente frío, llega una alta presión fría y seca, que despeja hasta con temperaturas bajo cero, congelando extensas zonas de México.

Otro sistema es la DANA o Depresión Aislada de Niveles Altos, término mejorado de AEMET en dinámica y condiciones a lo que antes se conocía como gotas frías. Este sistema NO debería confundirse con una tormenta invernal, ya que las DANA’s NO tienen una circulación reflejada en superficie, limitando sus efectos. Las nevadas, frío, viento y lluvias son mucho menores en las DANA’s que en las tormentas invernales.

Sistemas de todo el año

Algo que puede estar en cualquier época del año son las vaguadas, aunque claro, son más recurrentes y con más efectos es en verano. Extrañamente, en el Servicio Meteorológico le llaman “canal de baja presión”, pero lo correcto es VAGUADA. Estos sistemas son similares a las ondas tropicales en su estructura, que es una ondulación inestable.

Todo el año, hay diferentes sistemas en México, pero la más común son las vaguadas que se forman por las brisas marinas y el relieve característico del país, asociado a diferencias de temperatura y presión

En México, son comunes en península de Yucatán y sobre el Altiplano, asociado a los cambios de temperatura, que cambian la presión y ondulan el flujo, inestabilizando los alrededores y, si hay suficiente humedad y divergencia, las tormentas se pueden generar.

Aquí da paso a otra condición, que es la divergencia, situación que es relevante cuando se desarrolla en la parte alta de la tropósfera, por encima de 7 km de altitud. Cuando el flujo del aire se acelera y separa (dividiéndose en varios flujos), ocasiona que toda la humedad y calor de superficie se eleve, condensándose y formando grandes áreas de tormenta.