Sequía: ¿por qué Zambia se ve obligada a vivir sin electricidad?
Actualmente se está desarrollando una “catástrofe nacional” en Zambia. El gobierno tuvo que cortar el suministro eléctrico para hacer frente al agotamiento de las presas que normalmente abastecen al país.
Zambia, un país del sur de África, está sufriendo la peor parte de las consecuencias del cambio climático. El gobierno de Zambia ha declarado el estado de emergencia. Debido a la sequía, el país debe imponer restricciones de electricidad. El país, más grande que Francia, tiene 20 millones de habitantes.
Para producir electricidad, Zambia utiliza principalmente centrales hidroeléctricas construidas en el río Zambezi y sus afluentes, según informa LeMonde. Zambia debe compartir los recursos hídricos con el país vecino Zimbabwe.
"No podemos descartar una caída a uno de los niveles más bajos jamás registrados", revela la Autoridad del Río Zambeze, que gestiona la distribución del agua. La temporada de lluvias, que normalmente va de noviembre a abril, llegará a su fin en unas pocas semanas, pero febrero de 2024 fue completamente seco.
Una temporada de lluvias... ¡sin lluvia!
El lago artificial Kariba abastece a la mayor central hidroeléctrica del país. ¡Su capacidad de llenado es apenas del 15%! Para compensar, la empresa nacional Zesco se ve obligada a racionar la electricidad durante 8 horas al día. Evidentemente, este racionamiento tiene un “impacto significativo en el suministro”.
Porque la falta de lluvia tiene graves consecuencias para la agricultura. La mitad de la cosecha de maíz se puede tirar. Para el presidente de Zambia, Hakainde Hichilema, se trata de una situación de "emergencia y desastre nacional" provocada por el cambio climático y el fenómeno de El Niño (que reduce las precipitaciones en el sur de África).
Esta sequía extrema "pone en peligro las exportaciones agrícolas o las de cobre, cuya producción se ve amenazada por la escasez de electricidad, con repercusiones negativas sobre la moneda local y el aumento del coste de todas las transacciones denominadas en dólares, incluida la deuda", explica un banquero zambiano. Zambia es el segundo mayor productor de cobre de África.
Los ríos se secan junto con la economía.
Una pérdida financiera importante que se suma a la crisis económica que sufre el país desde 2020. Sobre todo porque el país sufre una injusticia: Zambia no participa de ninguna manera en el calentamiento global, pero paga las consecuencias cada año. Porque el aumento de las temperaturas ha sido dos veces más rápido que el promedio mundial en el sur de África durante los últimos 50 años.
En su informe de 2018, el IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, identificó claramente esta zona del mundo como una de las más afectadas por temperaturas extremas y sequías. Y de hecho, Zambia sufre repetidas sequías cada año desde 2012, que afectan a sus habitantes.
"Desastre tras desastre, las familias tienen cada vez menos medios para recuperarse. Sin ayuda externa, la situación sólo puede empeorar. Este año, la temporada agrícola está arruinada y la gran mayoría de los agricultores que dependen de las lluvias han perdido toda esperanza de sembrando", asegura el subdirector de la ONG Care en Zambia, Christopher Mzembe.
El gobierno pide ayuda internacional. Para ayudarles a afrontar esta crisis, los agricultores de Zambia recibirán más semillas resistentes a la sequía para limitar las consecuencias de la sequía actual.