Satélite espacial que vigila el océano Pacífico observa las primeras señales de la fase El Niño
Monitorear la temperatura de la superficie marina es indispensable durante la temporada de huracanes, esto nos permitirá predecir con mayor capacidad la formación e intensidad de los ciclones tropicales.
Oceanógrafos y climatólogos miden diversos parámetros, para poder predecir un fenómeno como la fase de El Niño en la Oscilación del Sur (ENOS o ENSO, por sus siglas en inglés). Los análisis pueden considerar la velocidad de los vientos alisios y las temperaturas de las aguas de los océanos, tanto en la superficie como en las profundidades del océano. Esto se logra a través de monitoreo y análisis oceanográficos.
Datos recientes sobre el nivel del mar, obtenidos por el satélite estadounidense-europeo Sentinel 6 Michael Freilich señalan los primeros indicativos del desarrollo de la fase de El Niño en la región del Pacífico ecuatorial.
Estas observaciones muestran un desplazamiento de ondas de Kelvin, con una altura en la superficie del océano estimada entre 5 y 10 centímetros y cientos de kilómetros de ancho. Se están desplazando de oeste a este a lo largo del ecuador hacia la costa oeste de Sudamérica, de acuerdo con datos publicados por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
Las ondas de Kelvin que son relevantes para ENOS solo se mueven hacia el este y a lo largo del ecuador. Como todas las ondas planetarias, la extensión geográfica de una onda Kelvin ecuatorial es enorme, a menudo se extiende sobre gran parte del Océano Pacífico.
Arrastre de aguas cálidas hacia las costas
Cuando se forman en el ecuador, las ondas de Kelvin llevan agua caliente, lo cual se asocia con niveles del mar más altos, desde el Pacífico occidental hasta el Pacífico oriental. El comienzo de una serie de ondas de Kelvin en primavera es un precursor bien conocido de la fase de El Niño, un patrón climático periódico que puede afectar el sistema climático en todo el mundo. Se caracteriza por niveles del mar más altos y temperaturas oceánicas más cálidas a lo largo de las costas occidentales del continente americano.
Conforme se calienta el agua esta se expande, por lo que los niveles del mar tienden a ser más altos en lugares con aguas más calientes. El Niño también está asociado con un debilitamiento de los vientos alisios. Esta característica puede ocasionar condiciones más frías y húmedas al suroeste de Estados Unidos y noroeste de México, además de sequía en países del Pacífico Occidental, como Indonesia y Australia.
Información obtenida del satélite Sentinel 6
La data cubre el período comprendido entre principios de marzo y finales de abril de 2023. Para el 24 de abril, las ondas de Kelvin habían acumulado agua más caliente y niveles del mar más altos frente a las costas de Perú, Ecuador y Colombia, efecto conocido en la región como El Niño costero.
Satélites como Sentinel 6 Michael Freilich pueden detectar ondas de Kelvin con un altímetro de radar, el cual utiliza señales de microondas para medir la altura de la superficie del océano. Cuando un altímetro pasa sobre zonas que son más calientes que otras, los datos muestran niveles del mar más altos.
“Estaremos observando este episodio de El Niño con ojos de águila”, dijo Josh Willis, científico del proyecto Sentinel 6 Michael Freilich en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA en el sur de California. “Si el fenómeno es grande, el mundo verá un calentamiento récord, pero aquí en el suroeste de Estados Unidos podríamos estar viendo otro invierno con muchas precipitaciones, justo después de los diluvios que tuvimos el invierno pasado”.
Tanto la NOAA como la Organización Meteorológica Mundial han informado recientemente que existen mayores posibilidades de que El Niño se desarrolle a finales del verano. El monitoreo continuo de las condiciones oceánicas en el Pacífico con instrumentos y a través de las imágenes satelitales, se puede tener una idea más clara de cómo se distribuyen las temperaturas en el océano Pacífico y potencialmente, que tan intenso será El Niño que se está formando.
“Cuando medimos el nivel del mar desde el espacio utilizando altímetros satelitales, conocemos no solo la forma y la altura del agua, sino también su movimiento, como Kelvin y otras ondas”, dijo Nadya Vinogradova Shiffer, científica del programa de la NASA y gerente de Sentinel 6 Michael Freilich en Washington. “Las olas del océano propagan el calor alrededor del planeta, trayendo calor y humedad a nuestras costas y cambiando nuestras condiciones atmosféricas”.